miércoles, 21 de noviembre de 2012

Consignas para trabajar con el relato de Fontanarrosa:
1. Buscar en el relato fragmentos que ejemplifiquen los cambios que se viven el la primera etapa de la adolescencia.
2. Encontrar frases u oraciones que expliciten  conductas en el joven que den cuenta de la búsqueda de sí mismo o de su identidad.
3. Rescatar del relato fragmentos donde se pongan de  manifiesto los sentimientos del padre.
4. Expresa por escrito tu opinión sobre el final del relato.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

En nuestro contexto hay que recordar que la acción sólo es política cuando va acompañada de la palabra  (lexis), en la medida en que esta última convierte en significativa la praxis. Y, en este sentido, la palabra es entendida como una suerte de acción, como una vía para conferir sentido y durabilidad al mundo y para decir nuestra responsabilidad con respecto a él.


    • Me gustaría reflexionen el sentido de esta oración, tratando de pensar en las diferentes formas de participación colectiva de las familias y también de los equipos en la Asociación. 

martes, 6 de noviembre de 2012

Consignas para 2do. ICAM



ICAM N ° 9204 – “Centro Formación de Monitores”
Parcial de Organización y Gestión Institucional
Curso: 2do año
Profesora: Laura V. Fankhauser
Tema:
“Participación y responsabilidad colectiva de las familias en el proyecto de las EFA”
Consignas de trabajo:
·         Teniendo en cuenta las diferentes experiencias de contacto con EFA y el  material bibliográfico de la cátedra, pensar y responder reflexivamente:

1.      ¿Hay un nuevo tipo de movimiento?, en ese caso: ¿qué sería lo nuevo?, ¿hay una ruptura radical con el pasado?, o no?, en ese caso qué continúa? (opcional)
2.      Las formas de participación de las familias, tantas veces criticadas desde los equipos; ¿de qué manera pueden ser analizadas?, teniendo en cuenta, en éste análisis, las nuevas identidades, formas de organización y  nuevos escenarios sociales.
3.      ¿Qué implica la participación de las familias asociadas al Movimiento? ¿Cuáles son las condiciones reales de existencia que favorecen, limitan y/o empobrecen la participación de los padres y/o madres u otro familiar?
4.      ¿Tienen clara (las familias)  la responsabilidad que les toca?;
5.      ¿Qué acciones marginan o sectorizan a la población dentro y fuera de la Asociación?
6.      ¿Qué canales son necesarios considerar para que todas las familias, de una u otra manera participen activamente y se sientan parte de la Asociación?
7.      ¿Cuáles son las dificultades más frecuentes en el funcionamiento de la Asociación y del Consejo de administración?
8.      ¿Están las instituciones preparadas para facilitar la práctica de la deliberación?


lunes, 29 de octubre de 2012

Cuento: "Cambios en tu hijo adolescente"


Cambios en tu hijo adolescente
Tu hijo adolescente está cambiando. Y está cambiando a ojos vista. Lo miras cuando duerme y te asombras de que los pies le asomen una cuarta por el extremo más lejano de la cama. Los brazos se le enredan, como si no encontraran sitio, y la cabeza pende por la otra punta de su lecho como la de un pollo muerto. ¡Y es la misma cama que parecía enorme para él no hace tantos años, cuando con tu esposa, decidieron cambiarlo de la cunita con barrotes porque saltaba afuera de ella como si fuese un mono!
Tu hijo ya no tiene el rostro redondeado y rubicundo de cuando era un niño, sino que la cara ha adquirido rasgos angulosos y su color se torna, día a día, más verdoso. Incluso sus movimientos no tienen ahora la armonía de cuando pequeño, cuando todo, absolutamente todo lo que hacía era gracioso. Arrojaba un plato de sopa al piso  y era encantador. Aplastaba con su pequeño piecito las mejores flores del jardín de tu casa y arrancaba risas. Retorcía con saña la piel sedosa del paciente perro y movía a elogios.
Ahora está algo torpe, desmañado y le cuesta habituarse a sus nuevas medidas antropométricas, las que ha adquirido durante el desarrollo. Se golpea frecuentemente contra las puertas del aparador, empuja sin querer con los codos los vasos de la mesa y se da la frente con estruendo contra el dintel de la puerta del fondo. “¿Qué está ocurriendo con mi hijo?”, te preguntas. ¿Qué fenómeno mutante le sucede, que se levanta una mañana y ha crecido cinco centímetros, sale de dos días con fiebre y se ha estirado ocho? Porque, incluso, seamos sinceros: huele mal. El sabandija huele a rayos.¿ Adónde quedó ese aroma a talco boratado, a jabón Lanoleche y a perfume suave que lo envolvía como una nube celestial cuando era muy niño y daba placer estrujarlo? Ahora emana un tufillo confuso a almizcle y a aguas servidas, a goma agria y a perro mojado. Cuando tú entras en su habitación respiras el aire denso del encierro, un pesado vaho a zoológico, a establo, a pesebre, a leonera, a mingitorio de baño público. Además, el sabandija se niega a bañarse. No te lo dice directamente, no te enfrenta mirándote a los ojos cuando se resiste a entrar a la bañera, no. Pero elude el momento, se olvida, finge no tener tiempo, aduce que el estudio le quita oportunidades de asearse. Tu esposa le ha comprado cientos de nuevas camisetas, algunas de ellas con estampados jubilosos, alegres, juveniles.
Tu hijo, sin embargo, se empecina en usar siempre la misma camiseta negra, arrugada, con el estampado en blanco de un cocodrilo del Ganges, con la que ha dormido las últimas nueve noches. Ahora mismo, mientras lo miras durmiendo despatarrado sobre la cama que ya le queda chica, adviertes que sus piernas, esas mismas piernas que, cuando bebé, eran cortas extremidades rollizas, infladas, rosáceas y regordetas son, de pronto, largas piernas huesudas, que, en sectores, muestran una granulosidad plena de canutos similar a la de la piel de los pollos congelados. Y en otras zonas unos enormes, largos y negros pelos simiescos que confieren a tu hijo una apariencia silvestre. Su piel, por otra parte, en estos momentos, ya no es más la tersa y suave que tanto te gustaba tocar cuando no tenía más de nueve años. Tu hijo está viviendo una explosión hormonal, sus glándulas sebáceas se han declarado en estado de alerta máxima, y revientan, especialmente sobre la superficie de su rostro, centenares de nuevos granos amarillentos, cerúleos y purulentos. ¿Qué hay, incluso, sobre sus labios amoratados? Detectas una sombra. Pero no es, precisamente, la sombra de su sonrisa, como bien lo poetizaba la canción aquella. Es un bozo, una pelusa de bigote, una suerte de suciedad grisácea que brinda a su labio superior un ribete desprolijo, como si no se hubiese limpiado la base de la nariz luego de comer cenizas. Pero mucho te equivocarías si tan sólo te detuvieras en eso, en la observación de los cambios físicos, notorios y evidentes. Si sólo te quedaras en precisar que su cabello opaco se enreda en grumos intrincados, sus rodillas tienen la dimensión de dos tazas de café y su aliento huele a comadreja. Ocurre algo más, algo más profundo y complicado aparte del replanteo de diseño y decoración personal de tu hijo. Ocurre algo más y es esto: tu hijo está cambiando como persona, como ser humano. Como las serpientes, está mudando de piel y de personalidad. Hay veces, muchas – debes confesarlo  - en que le hablas y no te oye. Parece escucharte, pero no registra en lo más mínimo lo que le has dicho. O masculla, simplemente, “Sí, sí, está bien. Está bien” como se les dice a los locos, sólo para conformarlos. O, cuando le reprochas algo, responde con frases de un cinismo notable tales como “Mala suerte” o “Qué pena”, como aseverando que tus desvelos por corregirlo serán vanos, morirán, infructuosos, aplastados por los ya escritos designios del destino. O sólo contesta con un desafiante e insolente “¿Y…?” cuando su madre le recuerda que no ha ido este mes a visitar a sus tíos. Y hay otro llamado de atención, te recuerdo, muy claro y estremecedor, convengamos: en ocasiones te mira como para matarte. Aquellos ojos de ardilla que se abrían encantadores cuando tú le mostrabas el libro con la historia de los dos ositos, ahora se clavan en los tuyos y tú adviertes, lisa y llanamente, que tras sus pupilas titila un brillo asesino, el mismo que alumbrara la locura homicida de Charles Manson.
Tú te has atrevido a entrar en su habitación luego de golpear un par de veces, desde luego. Le has recordado que debe ir a limpiar el baño que quedó hecho un lodazal luego de que él, por fin, accediera a darse la ducha semanal, y has interrumpido su videojuego en la computadora. Te dijo, rumiante, que ya iría a secar el baño, pero tú, imprudente, has insistido. Es entonces cuando él te mira tal como lo describíamos. Te mira y te dice, con una voz donde relampaguea una inflexión filosa y acerada, separando notoriamente cada sílaba: “Te – di-je-que-ya-iba-a-ir”. Y serpentea por sus palabras una apenas velada amenaza de homicidio. ¡Es él, tu hijo, el mismo niño que para las Navidades cantaba junto a ti villancicos con voz dulce y graciosa! Algo se está solidificando dentro del magma espiritual de tu muchacho. Algo, dentro de esa corriente de agua pura y cristalina que era tu pequeño, se está congelando, está creando sus propios ángulos y sus propias aristas. Has palpado algo duro allí dentro, por cierto. ¿Dónde ha quedado aquella personita minúscula, genuinamente inocente, que se creía la historia del ratoncito que deposita dinero a cambio de un diente caído? Tú mismo empezaste a cambiarla cuando le enseñaste a negociar, te informo. Les has vendido espejitos a los indios, mi amigo. Les has mostrado el poder del canje, les has cambiado pieles de zorro por aguardiente. Ahora saben que tú debes darles algo cuando les pidas alguna cosa. Tu propia esposa inició a tu hijo en eso cuando le prometía dejarlo ver el programa de televisión con los Muppets si él era tan bueno de comer la primera cucharada de la repugnante papilla. Tú mismo lo acostumbraste a la extorsión cuando negociaste no llevarlo sobre tus hombros en el paseo por el shopping vecino a cambio de comprarle un chupetín con forma de rinoceronte. Ahora le pides gentilmente que apague la luz de su pieza cuando no la usa y te exige diez dólares, le ruegas que no deje tiradas sus ropas por el suelo y pretende un compact de los Screaming Headless Torsos, le indicas que no apoye los codos sobre la mesa y ruge que necesita una moto japonesa. No te sorprendas, mi amigo. La explicación es muy simple: él está cada vez más parecido a ti mismo, es ya un delincuente como todos nosotros, es uno  más de la banda, lo estamos integrando jubilosamente en el clan. Y hay otro detalle: ya no puedes pegarle. Ese coscorrón sonoro sobre el remolino de pelo que tiene en la cabeza, ese manotazo plano sobre sus asentaderas cuando hacía algo malo, ese zamarreo espasmódico tomándolo de un hombro cuando berreaba como un demonio, ya no es atinado. Ahora, te diría que lo pienses muy bien antes de hacerlo. Ayer mismo le levantaste una mano y te miró fijamente, como calculando la resistencia de tus huesos, la oposición que presentaría la piel de tu cuello a la punta doble y metálica de una tijera. Lo miras ahora, mientras duerme,  cuando parece recuperar algo de ese toque angelical que poseía en el colegio primario, y ves que su espalda tiene casi el mismo ancho que su almohada, y que los músculos jóvenes de los brazos son protuberancias tensas, como si tuviese sogas que le corrieran bajo la piel. Lo comprobaste, además, no hace mucho,  cuando le asestaste un festivo empujón sobre una tetilla, a modo de chanza, y tu mano chocó contra una superficie que tenía la granítica dureza del cemento, una dureza que en tu propio cuerpo de padre sólo podría encontrarse en la hebilla de tu  cinturón. Podría matarte con una sola de sus manos, en suma. Perdiste tu chance de pegarle cuando estabas a tiempo. Ahora ya es tarde. Pero te inquietes, tu hijo está en una etapa de cambios. Su personalidad se retuerce como una culebra caída en el fuego. Varía día a día, se transforma, muta. Hoy verás a tu hijo silencioso y reconcentrado, como preocupado por un futuro que se le antoja amenazante. Mañana lo verás conservador y tumultuoso, atacado por un hambre feroz que lo llevará a comer cuatro filetes de cerdo acompañados de huevos fritos. Ayer lo habías contemplado esquivo y distante, abocado a leer poemas de Verlaine y de Rimbaud. Su alma es una suerte de masilla blanduzca, que se modifica y amolda a las presiones que recibe. Aparece un día diciendo que quiere ser jugador de básquet, y no se saca durante 24 horas esa ridícula gorra de los Dodgers. Al día siguiente opina que su destino está en la Bolsa de Valores y se empecina en lucir un saco oscuro con corbata al tono sobre los pantalones vaqueros. Mañana por la mañana sostendrá que desea sacar la visa para irse a vivir a Rusia y criar allí conejos de angora. Por la tarde confesará que está enamorado y habrá de casarse al poco tiempo. Su perfil, su forma de ser, fluye, se eleva y se distorsiona como esas voluptuosas volutas aceitosas que giran dentro de los cilindros iluminados que suelen ponerse como adorno en las casas de decoración, llenos de un líquido ámbar y moroso.
Pero pronto, mucho antes de lo que tú te imaginas, aparecerá el modelo terminado. La naturaleza habrá completado su diseño. Se habrá confirmado la curva de su mandíbula, encontrará su diámetro la extensión de la cintura y las excrecencias de la piel se harán más y más infrecuentes en las inmediaciones de la nariz y la boca. Hasta la voz ya no le patinará tanto en algunos tonos, adquiriendo un matiz más parejo y previsible. Pero lo más importante: podrá advertirse una estructura firme, un andamiaje que sostenga a una personalidad definitiva y consolidada.
Y entonces, mi querido amigo, padre y custodio de un adolescente, cuanto tu hijo haya adquirido ya una personalidad concreta sólida, palpable, buena o mala pero propia, definida, conocerá a una mujer. Conocerá a una mujer y esa mujer intentará cambiarlo.
R. Fontanarrosa. De “Te digo más…y otros cuentos”, Ediciones de la Flor

martes, 23 de octubre de 2012

Para 5to. año - Dinámica y conflictos grupales

El ser humano sólo puede constituirse en sociedad a través de la interacción con el otro y su medio, la psicología social se preocupa por el modo en que el hombre interpreta e incorpora las expectativas que los otros tienen sobre él, y por el modo en que reconstruye el orden social. La dinámica de grupos, estudia el desarrollo de fuerzas en el grupo y la articulación entre la razón y los afectos. En el marco de la dinámica de grupos es fundamental el concepto de cohesión, definido por Louis Festinger como la resultante de todas las fuerzas que actúan sobre los miembros para que permanezcan en el grupo.
Uno de los factores de esta cohesión es la influencia social, que es la suma de los procesos por los cuales los hombres organizan sus sistemas de creencias y actitudes, definen la realidad y se definen a sí mismos. Solemos decir que existe influencia social cuando podemos asociar las ideas y las conductas de una persona a la de otra u otras sobre la base de algún contacto o relación entre ellas y de la anterioridad de las formulaciones de una con respecto a las otras. Si bien se trata de un fenómeno que está presente en toda la historia del pensamiento, la influencia social se utiliza en la psicología contemporánea para referirse a las modificaciones que sufren los juicios, las opiniones y las actitudes de un individuo o de un grupo por el hecho de haber tomado conocimiento de los juicios, opiniones y actitudes de otras personas sobre un mismo tema, o simplemente como respuesta a la presión de otros miembros. Esta influencia, que es la base de la cohesión, puede llegar a alterar la capacidad crítica del individuo.
La influencia social en un grupo puede darse a través de distintas modalidades:
a)      La normalización: significa el reemplazo de las normas individuales por normas grupales, aceptadas por los miembros del grupo. La norma grupal influye en la conducta individual. La normalización expresa la presión que se ejerce en el curso de una interacción para adoptar normas aceptables a todos los individuos. La meta de esta presión es lograr la convergencia de opiniones por un lado y un compromiso implícito entre quienes comparten esas opiniones.
b)      La conformidad: es el fenómeno por el cual el integrante se desprende de sus apreciaciones individuales para no disentir con el grupo. De esa manera el juicio individual es modificado por la presión grupal. Esto se produce porque existe la tendencia a coincidir con los demás por razones afectivas, por el temor a la desaprobación general o por múltiples motivos conscientes o inconscientes.
c)       La innovación: se produce cuando uno de los miembros del grupo en lugar de quedar aislado en su disconformidad logra atraer a otros miembros, formando una minoría dentro del grupo. Ciertas normas que parecían inamovibles se convierten en objeto de discusión, y la mayoría deberá negociar con la minoría. Los estudiosos de esta modalidad de la influencia social hablan de dos formas de innovación: “desde arriba” o “desde abajo”.  En ambos casos se adoptan normas que cuestionan los modelos predominantes.
d)      La obediencia o la sumisión a la autoridad: en una sociedad hay siempre una asimetría entre partes en relación con el poder y el ejercicio de la coerción (gobernantes y gobernados), y esta asimetría supone, además, la aceptación de las órdenes de unos por parte de los otros.
Actividad:
Busca en diarios y revistas crónicas que ilustren las modalidades de normalización, conformidad, innovación y obediencia.

martes, 9 de octubre de 2012

Grupos de pertenencia y grupos de referencia

Actividades:

  1. Enumera los grupos de pertenencia y los grupos de referencia en los cuales te encuentras incluido.
  2. Lee el siguiente texto del psicólogo social Michael Billig, extraído de Racismo, prejuicios y discriminación: 
Billig define los prejuicios como "opiniones dogmáticas y desfavorables respecto de otros grupos y, por extensión, respecto de los miembros individuales de estos grupos". En teoría -dice Billig- "podemos establecer una distinción entre el prejuicio y la discriminación: el prejuicio se refiere a las actitudes negativas y la discriminación es un comportamiento dirigido contra los individuos objeto del prejuicio (...) Sin embargo, no existe un enlace automático entre el prejuicio y la discriminación. Poco después de que los psicólogos sociales comenzaran a estudiar en forma sistemática los prejuicios de la gente hacia otros grupos, se observó que existían complejas relaciones entre las actitudes y el comportamiento. El hecho de que una persona expresase prejuicios negativos hacia un grupo exterior determinado no significaba forzosamente que esta persona siempre se comportaría de manera hostil hacia cada miembro individual de dicho grupo. En otras palabras, el prejuicio no conduce siempre a una pre-condena."
3. ¿Puedes identificar prejuicios corrientes en la sociedad argentina actual?
4. ¿Puedes dar ejemplos de prejuicios que estén presentes en letras de temas musicales?
5. ¿Puedes identificar conductas discriminatorias en la sociedad argentina actual?
6. Busca en los diarios casos de conductas discriminatorias que hayan llegado a una instancia judicial. Elabora un breve informe sobre el hecho para presentar en clase y discute la resolución del caso con tus compañeros.

lunes, 8 de octubre de 2012

Organización y Gestión Institucional - 2do ICAM

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Participación y responsabilidad colectiva de las familias  
No digáis que el movimiento social excluye el movimiento político.
No hay jamás movimiento político que, al mismo tiempo, no sea social.
Carlos Marx
Miseria de la Filosofía
Sociedad civil y Teoría Política
Cuando hablamos de participación en sentido social y ciudadano, hacemos referencia a una forma de relación política que se basa en una mayor implicación de los ciudadanos y sus asociaciones, tanto en la formulación como en la ejecución y el control de las Políticas Públicas. Esta participación favorece, principalmente en el ámbito local, que se  tomen mejores decisiones, mas informadas y que se desarrollen Políticas Públicas que cuenten, por su implementación, con el acuerdo y la colaboración de los ciudadanos. También contribuye a generar más confianza en las instituciones.

Que la sociedad civil[1] se organice para trabajar colectivamente con miras a satisfacer necesidades comunitarias es nítidamente una actividad política, entendiendo ésta como  una actividad humana, orientada a conseguir los objetivos de un grupo social. La política tiene que ver con la deliberación, la toma de decisiones, con lo público. El término también se usa  para denominar el arte de vivir juntos en una comunidad, “el hombre es un animal político”, decía Aristóteles, yo digo la mujer también, este es un desagregado necesario para hacer visible la figura de la mujer y su rol en el espacio de participación, especialmente en la ruralidad.
En la Grecia clásica,  la pregunta rectora que articulaba la política con las demás dimensiones de la vida en sociedad, no era otra que ¿cómo educar al joven ciudadano, que a futuro ingresará plenamente a la vida política? Vieja pregunta que deja ver, aun hoy, la traza política en la educación.

 Agregando a lo dicho, y dejando de lado siglos de Política, en el marco contemporáneo, la Teoría Política se define en términos de la llamada “politización de la sociedad civil”. La política y lo político no pueden presentarse solamente en el ámbito del Estado, sino que atraviesan todas las dimensiones sociales. Cualquier contenido es susceptible de politización, la política juega como forma, así hoy por ejemplo hay múltiples demandas sociales, que son susceptibles de ser politizadas, provenientes de grupos étnicos, minorías sexuales, cuestiones de género, etc.  Son demandas que necesitan ingresar y redefinirse en el espacio  público.
La Política juega aquí a modo de espacio de relación, así entendida, admite el conflicto como elemento inherente a ella. Hay política porque hay espacio público, la anulación de lo público es por tanto anulación de la política. La función del ámbito público es proporcionar un espacio de visibilidad, en el cual hombres y mujeres puedan ser vistos y oídos y revelar mediante la palabra y la acción, quienes son.
Lo público indica mundo común, entendido como comunidad de cosas, que nos une, agrupa y separa, a través de relaciones que no suponen fusión. La condición indispensable de la política es la irreductible pluralidad que puede expresarse en el hecho de que somos alguien y no algo. Ahora bien, dentro de la esfera pública, la política tiene un carácter artificial, no todo espacio público es inmediatamente un espacio político. En éste sentido es que considero que la Asociación de familias que conforman la EFA, como organización de la sociedad civil, es un espacio público que debe actuar como espacio político, y nosotros como docentes/monitores, animadores, debemos promoverlo y dar lugar para que se desarrolle como tal junto a las familias.
Como movimiento social, la Alternancia,  constituye un elemento dinámico que puede convertir en realidad los potenciales positivos de las comunidades a las que pertenece. Como movimiento, tampoco puede desligarse de su carácter socio-político, de su  finalidad de transformación social para mejorar las condiciones de vida de su gente.
La participación colectiva suele orientarse, generalmente, hacia dos grandes líneas de acción, por un lado la movilización de recursos materiales, y por otro la reivindicación de identidades. En el caso de las organizaciones llevadas adelante por las familias en las EFA, podemos decir que promocionan y desarrollan las dos;  puesto que permiten reafirmar nuestra pertenencia a una comunidad política mayor, que fortalece la noción de un “nosotros”. Promueven la permanente búsqueda de completud humana, inalcanzable por cierto, que nos permite realizarnos como persona, y ubicarnos como sujetos constructores de nuestra historia. Además, contribuyen a la expansión y garantía de igualdad de posibilidades para acceder a bienes sociales, económicamente relevantes para una vida digna y emancipada. Por último, brindan la posibilidad de contribuir a la vida pública de la comunidad, a buscar el bien común, lo cual nos permite actuar como ciudadanos a través de la participación.
Por eso es importante que el proceso participativo en las organizaciones, en este caso la EFA, sea ampliamente visible, anima la participación de las familias, el hecho de saber que su participación no implicará una perdida inútil de tiempo, si prevén que podrán expresar sus opiniones libremente y si perciben que, efectivamente, su opinión será tenida en cuenta. Cabe aclarar, además que ésta participación sin una redistribución del poder es un proceso vacio que permite alegar a los detentores del poder, que se escucha a todos, mientras se toman decisiones que no dan cuenta de ello.

Un poco de historia
A partir de mediados del XIX, en Argentina,  las acciones asistenciales impulsadas por la iglesia Católica fueron acompañadas por las actividades de las sociedades de socorros mutuos, que nucleaban a distintas comunidades de inmigrantes llegadas a la Argentina. Estas entidades se caracterizaron por la autogestión. Las sociedades de fomento fueron a partir de 1930, la expresión de una nueva forma de acción colectiva para responder a necesidades barriales. Un hito en nuestro país fue la creación de la Fundación Eva Perón, desde allí era el Estado el encargado de dar ayuda.
A partir de los '60 surgieron organizaciones de promoción y desarrollo. Más adelante, como consecuencia de la última dictadura militar, fueron creados los organismos de defensa de los derechos humanos.
Con la implementación de políticas neoliberales en los '90, la participación ciudadana se volcó hacia OSC defensoras de los consumidores, o atendiendo necesidades básicas insatisfechas. También en este período se incrementó la cantidad de fundaciones empresarias. En la década del '90 aumentó un 53% el número de OSC.

La sociedad civil en Argentina
Las (OSC) son entidades privadas, autogobernadas y no partidarias, cuyo objetivo es aportar al bien común. La mayoría se caracteriza por su capacidad de atender las necesidades más inmediatas en las comunidades.
Más del 80% de las organizaciones surgieron en los últimos 20 años, como consecuencia del incremento de la pobreza y la menor injerencia del Estado en la atención de cuestiones básicas. Así fueron alcanzando mayor legitimidad y visibilidad social.
¿Cómo se organiza el sector social?
Una vez constituidas como tales, las OSC pueden ampliar su área de injerencia y su nivel de incidencia social vinculándose con entidades similares, creando o sumándose a redes, foros y federaciones. De esta manera, pasan a constituirse en organizaciones de segundo grado, mientras que integran estructuras de tercer grado si forman parte de confederaciones.
Una federación reúne a OSC que comparten el objetivo de desarrollar un objetivo en colaboración.
Puede ser sectorial, si agrupa a organizaciones que cuentan con objetivos y actividades semejantes; o de base territorial, si nuclea a instituciones en función del ámbito geográfico de acción, ya sea local, provincial, nacional o internacional.

Algunas tareas de las federaciones y confederaciones:
-          Gestionar recursos para los miembros.
-          Brindar servicios de gestoría y asesoramiento fiscal, económico u organizacional.
-          Organizar actividades formativas o editar materiales.
-          Promover la articulación entre los miembros y la realización de actividades conjuntas.
-          Generar servicios para mejorar el funcionamiento de cada OSC miembro.
-          Impulsar la investigación.
-          Ser un interlocutor válido ante otros actores para reivindicar y negociar, a fin de lograr los objetivos consensuados por las OSC miembro.
-           Abordar temas que cada asociación no puede encarar de forma aislada.
-          Generar nuevos servicios para los socios
-          Fortalecer la capacidad de negociación con la administración pública o el sector privado.
-          Compartir recursos del conjunto de asociaciones, ya sean materiales como humanos y de capacitación
-          Reunir los esfuerzos de  los distintos grupos dispersos para hacer frente a determinadas problemáticas, generando estrategias en común.

La organización legal de las EFA
La elección del formato legal de la OSC está relacionada con sus objetivos institucionales, pero también con el nivel de participación de sus miembros en la toma de decisiones. Las EFA no son de una sola persona, ni de la Iglesia u otro organismo, pertenecen a las familias que se asocian con una finalidad de bien común. Por eso, al organizarse legalmente lo hacen como asociaciones civiles: las familias organizadas como Asociación Civil son propietarias y responsables últimas de la EFA que han puesto en marcha.
Las familias organizadas en la EFA, desde su mandato fundacional, asumen un papel activo en el desarrollo de las comunidades rurales, entendiendo al desarrollo como construcción colectiva y permanente, orientada a satisfacer las necesidades humanas de hoy y de las futuras generaciones, ampliando las oportunidades y la calidad de vida de las personas.
¿Qué es una Asociación Civil?
Cuando un grupo de personas se organiza con una finalidad de bien común, puede solicitar al estado que se le otorgue personería jurídica. O sea, que se reconozca que es una entidad que puede ejercer derechos y contraer obligaciones de manera similar a como lo hacen las personas físicas.
Para que se reconozca la personería, se debe demostrar en su presentación ante las autoridades:

1. Que su objetivo principal es el bien común, que se busca el beneficio para los asociados actuales y futuros, pero también acciones positivas para toda la comunidad por el tipo de servicios que ofrecerá. El objetivo de bien común es lo que hace de las asociaciones civiles entidades sin fines de lucro: no buscan ganancias para repartir entre sus integrantes. Los beneficios que obtengan deben utilizarse para el cumplimiento de sus objetivos y mejorar los servicios que presta.

2. Que tienen un patrimonio propio, que sus estatutos les permiten adquirir bienes y que no subsistirá exclusivamente de asignaciones del estado (en el caso de las EFA).
Poseer patrimonio propio significa que tiene algunos bienes, que sus asociados se comprometen a pagar cuotas, que se harán beneficios o recaudarán fondos para funcionar. Tener patrimonio no les impide recibir subsidios del gobierno en el caso de las EFA Para abonar los sueldos.

3.     Que han elaborado en Asamblea un estatuto donde se fija el funcionamiento de la asociación.
Con toda la documentación se debe hacer la presentación ante las autoridades y tramitar la personería.  Cada asociación debe hacerlo ante el gobierno de la provincia en la que fija su domicilio o sede, recurriendo a la oficina que se ocupa de esos trámites (Registro de asociaciones civiles o Inspección de Justicia).

4. Los asociados
Los asociados son la base real de una asociación civil. Si se alejan o se los deja de lado, la institución se convierte en un fantasma, un sello y un nombre que no significan nada. Una institución será más fuerte y sólida en la medida que tenga mayor cantidad de asociados participando activamente.
¿Quiénes pueden asociarse?
La reglamentación sobre los asociados es en relación con los objetivos de la asociación y debe figurar en los estatutos. En el caso de las EFA los socios principales son los padres y madres siendo que uno de los objetivos es nuclear a las familias en un proyecto educativo.
Además de los miembros principales pueden admitirse a otros que deseen apoyar la acción, aunque no sean beneficiarios directos. En el caso de las EFAS serían otras personas o instituciones que desean apoyar el proyecto.
Categorías de asociados:
Los asociados pueden pertenecer a distintas categorías, por ejemplo:
Activos: son los que se relacionan directamente con los objetivos de la institución, gozan de todos los derechos y obligaciones que se fijan en los estatutos (participar en las Asambleas, elegir y ser elegidos, formar parte de subcomisiones, etc.). Deben ser mayores de edad.
Adherentes: apoyan las tareas, aunque no puedan elegir ni ser elegidos para el Consejo. Generalmente se les permite participar en las Asambleas solo con voz.
Honorarios: personas o instituciones que se designan como asociados para homenajearlos u honrarlos. Suelen tener los mismos derechos y obligaciones que los adherentes.
¿Cuándo se pierde la Categoría de Socios?
-          No pago de las cuotas sociales u otros compromisos económicos con la institución.
-          Renuncia.
-          Decisión del Consejo de administración.
-          Por motivos que atenten contra la reputación y el buen funcionamiento de la escuela.

5. Conducción y autoridades de una asociación civil:
Las asociaciones civiles tienen tres organismos de conducción: las Asambleas, el Consejo de Administración, y el Órgano de Fiscalización.
            Las Asambleas Generales: en ellas se reúnen todos los asociados para dialogar sobre la marcha de la institución, recibir información, fijar las líneas generales de trabajo para el futuro, decidir sobre cuestiones reservadas exclusivamente a la Asamblea (por ejemplo la modificación de los estatutos, elegir al Consejo y al Órgano de Fiscalización...). Las convoca normalmente el Consejo, pero puede hacerlo el Síndico o a pedido de un número determinado de asociados (las condiciones se regulan en los estatutos). También en los estatutos se establecen los plazos y el modo de las convocatorias. Hay dos tipos de Asamblea:
Ordinarias: se reúne una vez por año, analizan la memoria y el balance que presenta el Consejo, si corresponde eligen autoridades, discuten los planes generales, aportan ideas y sugerencias, etc.
Extraordinarias: citadas cuando aparece alguna cuestión especial, o para facilitar la participación sin esperar todo un año.
Las Asambleas solo pueden tratar los puntos incluidos en el temario que se distribuye con la convocatoria.
            El Consejo de Administración: también suele llamarse comisión directiva, es el organismo que conduce y coordina las actividades de la institución, en base a las líneas o programas fijados por la Asamblea para cada período. Es el representante de la Asociación, su cara visible, quien actúa en su nombre. En cada estatuto se fija el número de personas que lo integrarán, los cargos, las atribuciones o facultades que les corresponden, el periodo de tiempo de mandato, las posibilidades o no de reelección, las reuniones, etc. Ni el Consejo ni su presidente son los dueños de la EFA. Ellos representan a los asociados que les han encomendado una función. La conducción y la autoridad, son un servicio.
¿Cómo se integra un Consejo de Administración?
  1. Presidente.
Funciones:
-          Convocar a asamblea y sesiones del consejo.
-          Decidir con su voto en Asamblea y sesiones en caso de empate.
-          Firmar acta y documentaciones de la asociación.
-          Autorizar los gastos y firmar recibos o documentos de la tesorería.
-          Mantener el orden y dirigir las reuniones.
-          Velar por la buena marcha y administración de la escuela.
-          Representar a la Asociación ante la justicia y ante terceros. Por naturaleza es el representante legal, pero puede delegar esta tarea en otra persona si así lo dispone.
  1. Vice.
Funciones:
-          Participar de toda reunión y asamblea.
-          En caso de ausencia del presidente asume como tal.
  1. Secretario.
Funciones:
-          Participar de toda reunión y asamblea.
-          Llevar registro de libros de actas.
-          Realizar las respectivas actas de reuniones y asambleas.
-          Firmar toda documentación.
  1. Tesorero.
-          Participar de toda reunión y asamblea.
-          Llevar el registro de asociados controlando el cobro de las cuotas.
-          Llevar el libro de contabilidad.
-          Preparar el balance general
-          Firma con el presidente las documentaciones de tesorería,
-          Dar cuenta del estado económico al Consejo y al síndico, cuando este lo requiera.
Varios vocales
Funciones:
-          Participar de toda reunión y asamblea.
-          En caso de cesantía del 1° vocal asume como tal contando con todos los derechos y obligaciones.
Asesor
Funciones:
-          Asiste a las reuniones y asambleas.
-          Su función es exclusiva de asesoramiento. No tiene voto en las decisiones de la asamblea y del consejo. Esta función es ejercida por el rector de la escuela.
Eventualmente un pro – secretario y un pro- tesorero
            El Órgano de fiscalización: también llamado síndicos o comisión revisora de cuentas. Está formado por uno o dos asociados elegidos por la asamblea para que supervisen la administración y el manejo de los fondos que hace el Consejo. Es un órgano de contralor y aconsejan a la asamblea sobre determinadas cuestiones, por ejemplo en la aprobación o no del balance anual. Además, en caso de acefalía en el Consejo, se hace cargo de la asociación y convoca a nuevas elecciones.
Funciones:
-          Examina los documentos y libros de la asociación cuando considera necesario.
-          Asiste con voz en las reuniones cuando considere necesario.
-          Dictamina sobre la memoria y el balance.
-          Llama a asamblea extraordinaria cuando considere conveniente, aún cuando el Consejo de Administración se niegue.
-          En caso de liquidación de la asociación, cuidará por le correcto destino de los bienes sociales de acuerdo a lo previsto por los estatutos.
-          Trabaja sin entorpecer el normal funcionamiento de la administración.
La puesta en marcha:
Poner en funcionamiento la EFA, implica un trabajo previo importante sobre todo en tres aspectos:
En lo económico:
            La comunidad que se ha propuesto crear una EFA debe saber que la asociación es la responsable de la parte económica. Conseguir el local, preparar y encarar el presupuesto. Quienes logran cumplir con esto sienten que la EFA es parte suya, por lo tanto eso lo inclinará a tomar más responsabilidad.
En lo material:
            La comunidad debe darse cuenta que en ese edificio asistirán a clases y vivirán sus propios hijos. Que allí vivirán los monitores eventualmente, por lo tanto la labor del Consejo será sin duda, la de lograr el material mínimo indispensable, entendiendo con esto nada fuera de lo común, simplemente cierto orden, comodidad de trabajo y seguridad edilicia.
En lo promocional:
            La EFA no puede concentrarse en un radio de acción que comprenda sólo a una comunidad, sino que debe extenderse en un radio de acción más amplio, es decir, que abarque a varias comunidades, con el fin de obtener la cantidad de alumnos suficientes y lograr el apoyo necesario en lo material y económico. Hacer comprender y mostrar la importancia de la escuela, representa una responsabilidad y compromiso muy grande. Este trabajo no se puede realizar sin antes estar compenetrado y convencido del sistema. La relevancia que tendrá la EFA depende justamente de la promoción, de la responsabilidad que las familias han adquirido con respecto a la escuela, nadie puede suplir la promoción que ellas pueden hacer, entre campesinos o familias de una misma comunidad se entienden mejor que con un desconocido. De éste trabajo dependerá en gran parte el futuro de la EFA, y recae generalmente en los integrantes del Consejo de Administración y familiares de los jóvenes estudiantes.

Funcionamiento:
            Al comenzar el funcionamiento de la escuela se comparte la responsabilidad entre el Consejo de Administración y las familias, éstas últimas pasan a desempeñar una función importantísima en todos los aspectos y deberán adquirir paulatinamente responsabilidad en los siguientes aspectos:
            En lo pedagógico: tener un hijo en la EFA no significa desentenderse para que la escuela lo eduque, significa que la familia también forma parte de ella.
La formación del joven será compartida entre los monitores/docentes y la familia. Es de esperar que el propio estudiante integre a su familia a través de los diversos trabajos propuestos desde la EFA, incentive a participar e intervenir en lo que hace su hijo como estudiante y lo que hace la EFA. Se busca con esto una toma de conciencia respecto al rol de la escuela y a su papel como familia respecto a la educación de sus hijos.
            En lo administrativo: los docentes monitores suelen realizar este trabajo en gran parte, pero los responsables directos son los padres. La responsabilidad es delegada a los monitores pero siempre el Consejo debe tener conocimiento del estado de las cosas. Muchas de ellas por su importancia y pertinencia no pueden ser delegadas (por ejemplo el manejo de fondos, los libros de actas del Consejo,..) Las familias junto al Consejo deben asumir dicha responsabilidad para la buena marcha y continuidad de la escuela.
            En lo económico: la puesta en marcha de la escuela significa una responsabilidad económica muy grande. Durante el funcionamiento esa responsabilidad debe afirmarse con el apoyo de los padres. Este esfuerzo representa una inversión de la cual quieren ver los frutos.
            En lo político: ser parte integrante de una EFA es estar en contacto con toda una comunidad, con otras comunidades, con entidades estatales, instituciones diversas y gente de distintos lugares. Esto implica mayor relación, todas las personas e  instituciones tienen sus ideas, criterios, valores, su posición; la EFA debe respetarlas tanto en su acción interna como en su vida externa. No podemos como EFA, sectorizar o marginar dentro de su comunidad a quienes no piensan o actúan como la mayoría. Tampoco, y en esto hay que estar atentos, debe dejar que se quiera cambiar la política del movimiento.
 La participación que implica la acción colectiva de las familias como Asociación,  mejora y enriquece el entramado de relaciones comunitarias, padres y madres asumen la responsabilidad de discutir con funcionarios, negociar y manejarse adecuadamente en los distintos sectores de relación de la EFA. Por supuesto que esta toma de responsabilidad por parte de las familias debe ser progresiva, y se va dando a medida que se van enfrentando con cada uno de los problemas o situaciones que aparecen.
Las familias, al igual que las instituciones no son de goma, no pueden estar todos en todo ni en todos lados,  tampoco podemos esperar que de buenas a primera sin ningún miramiento, acepten todo lo que se proponga así sin más. Cada padre, cada madre tiene sus condiciones particulares, sus intereses y forma de ver las cosas, lo importante es que la EFA  permita de una manera u otra su participación.
Las EFA, a su vez no son escuelas aisladas, integran un movimiento, están asociadas a la unión provincial (en Santa Fe UEFAS) y federadas a APEFA, esto significa que la Asociación de la EFA permite los primeros pasos de participación en el Movimiento. Es importante que los padres y madres tomen conciencia de lo que significa su participación en las distintas esferas del Movimiento, donde se fijan las grandes líneas pedagógicas, políticas y económicas a las cuales todas las EFA deben encuadrarse. Pero no debemos olvidar que la toma de poder de las familias a partir de la participación en el Movimiento debe darse sin quemar etapas y con el acompañamiento de los equipos de docentes/monitores. De lo contrario podría derivar en un falso poder de las familias.
 Las EFA son la base del Movimiento, en él hay dos grandes grupos; el más importante, “la base”, lo constituyen las familias; el otro grupo conformado por los equipos de docentes/monitores. En todo momento necesitamos recordar y revisar, si es necesario, el lugar que como tales nos corresponde.
               
Terminando para comenzar
Preguntas tan elementales y directas como por ejemplo: ¿Qué es participar?, surgen solo si ya no hay, ni son consistentes, las respuestas formuladas por lo establecido. Y hay que formularlas de nuevo, en un momento en que las viejas categorías no caben en los nuevos moldes y en que el único paso que la reflexión ha dado ha consistido en el simple proponer viejas respuestas a nuevas situaciones, trasladando la problemática afuera de la institución, convirtiendo la dificultad en imposible.
Creo que es importante pensar y reflexionar, entre todos, sobre la participación y toma de responsabilidad de las familias en la Asociación, como principio que mueve al Movimiento, para reencontrar, recuperar y recrear sentidos que se han evaporado.

Para seguir pensando, me gustaría agregar algunas cuestiones más al respecto. Podemos diferenciar dos concepciones y dos tipos de prácticas que son divergentes y que denominamos participativas y pseudo-participativas- en función del desarrollo de una serie de características que funcionarían como indicadores cualitativos de la participación y que nos pueden ser útiles a la hora de reflexionar sobre éste tema.
El siguiente cuadro recoge las dimensiones y las características diferenciales de las que hablamos.




Pseudo – participación
Participación
De “arriba hacia abajo”
De “abajo hacia arriba”
Como concesión
Como derecho
Despolitizada
Politizada
Como fin en sí misma (lo importante es participar)
Como fin y como medio (“es importante participar para lograr algo”)
En el marco de la administración
En la administración y en los espacios comunitarios
Puntual
Procesual
Centralizada
Descentralizada
Informativa o consultiva
Ejecutiva (toma de decisiones, planificación, ejecución y evaluación de los procesos o proyectos)
No vinculante
Vinculante
Limitada a aspectos o temas menores
En todas las áreas de la organización
Hegemonía de los directivos y equipo o de las “mismas caras siempre”
Todos los miembros de la organización, los equipos trabajan como facilitadores
Sucesión de individualidades
Acción colectiva
Como “pose” o estrategia de marketing
Efectiva y en el día a día de la entidad

Así, la Participación se presenta como un proceso, no como algo puntual. Las relaciones de los miembros de las organizaciones y éstas respecto de su entorno social, no se limitan a la mera recepción de información o a ser consultados sino que toman parte de un modo vinculante y responsable en todas las fases del proceso de que se trate: desde la definición y evaluación de necesidades, la toma de decisiones, el diseño y desarrollo de proyectos, hasta la evaluación de los mismos. Además, lo hacen por su propia voluntad, como un ejercicio de sus derechos sobre todos los aspectos que les incumben como miembros de la asociación  y no como una concesión de su organización, o de los equipos, para temas menores o secundarios. Además, es bueno aclarar que tomar parte trae de por sí beneficios, pero no es que sea un fin en sí mismo, uno participa para lograr determinados objetivos, que deben ser, a su vez,  conocidos y compartidos por todos los miembros.

Bibliografía consultada:

  • ARENDT, Hannah, “¿Qué es la Política? Ediciones Paidós, Barcelona, 1997.
  • Revista Tercer Sector 03. “Todo lo que usted necesita saber sobre…Cómo crear una organización”.
  • VIGIL, Carlos José. Equipo Pedagógico Central de APEFA. “La organización legal de las Escuelas de la Familia Agrícola”. 1992.
  • Equipo de apoyo de UNEFAM. “Análisis estatutario”
  • FANKHAUSER, Laura V. “Cuestiones constitutivas de la Teoría Política”. Política e Historia de la Educación Argentina. Apuntes de Cátedra. 2012.






[1] El término civil hace referencia a aquellas cuestiones inherentes a una ciudad determinada o a los ciudadanos que habitan en ella. Asimismo, el término civil suele usarse para marcar una diferencia respecto de aquellas personas que responden o pertenecen al ámbito militar o religioso y que ciertamente por su pertenencia a estos ámbitos que ostentan importantes diferencias con la órbita civil pierden un poco esta denominación.