Tu hijo adolescente está cambiando. Y está cambiando a ojos
vista. Lo miras cuando duerme y te asombras de que los pies le asomen una
cuarta por el extremo más lejano de la cama. Los brazos se le enredan, como si
no encontraran sitio, y la cabeza pende por la otra punta de su lecho como la
de un pollo muerto. ¡Y es la misma cama que parecía enorme para él no hace
tantos años, cuando con tu esposa, decidieron cambiarlo de la cunita con
barrotes porque saltaba afuera de ella como si fuese un mono!
Tu hijo ya no tiene el rostro redondeado y rubicundo de
cuando era un niño, sino que la cara ha adquirido rasgos angulosos y su color
se torna, día a día, más verdoso. Incluso sus movimientos no tienen ahora la
armonía de cuando pequeño, cuando todo, absolutamente todo lo que hacía era
gracioso. Arrojaba un plato de sopa al piso
y era encantador. Aplastaba con su pequeño piecito las mejores flores
del jardín de tu casa y arrancaba risas. Retorcía con saña la piel sedosa del
paciente perro y movía a elogios.
Ahora está algo torpe, desmañado y le cuesta habituarse a
sus nuevas medidas antropométricas, las que ha adquirido durante el desarrollo.
Se golpea frecuentemente contra las puertas del aparador, empuja sin querer con
los codos los vasos de la mesa y se da la frente con estruendo contra el dintel
de la puerta del fondo. “¿Qué está ocurriendo con mi hijo?”, te preguntas. ¿Qué
fenómeno mutante le sucede, que se levanta una mañana y ha crecido cinco centímetros,
sale de dos días con fiebre y se ha estirado ocho? Porque, incluso, seamos
sinceros: huele mal. El sabandija huele a rayos.¿ Adónde quedó ese aroma a
talco boratado, a jabón Lanoleche y a perfume suave que lo envolvía como una
nube celestial cuando era muy niño y daba placer estrujarlo? Ahora emana un
tufillo confuso a almizcle y a aguas servidas, a goma agria y a perro mojado. Cuando
tú entras en su habitación respiras el aire denso del encierro, un pesado vaho
a zoológico, a establo, a pesebre, a leonera, a mingitorio de baño público. Además,
el sabandija se niega a bañarse. No te lo dice directamente, no te enfrenta
mirándote a los ojos cuando se resiste a entrar a la bañera, no. Pero elude el
momento, se olvida, finge no tener tiempo, aduce que el estudio le quita
oportunidades de asearse. Tu esposa le ha comprado cientos de nuevas camisetas,
algunas de ellas con estampados jubilosos, alegres, juveniles.
Tu hijo, sin embargo, se empecina en usar siempre la misma
camiseta negra, arrugada, con el estampado en blanco de un cocodrilo del
Ganges, con la que ha dormido las últimas nueve noches. Ahora mismo, mientras
lo miras durmiendo despatarrado sobre la cama que ya le queda chica, adviertes
que sus piernas, esas mismas piernas que, cuando bebé, eran cortas extremidades
rollizas, infladas, rosáceas y regordetas son, de pronto, largas piernas
huesudas, que, en sectores, muestran una granulosidad plena de canutos similar
a la de la piel de los pollos congelados. Y en otras zonas unos enormes, largos
y negros pelos simiescos que confieren a tu hijo una apariencia silvestre. Su piel,
por otra parte, en estos momentos, ya no es más la tersa y suave que tanto te
gustaba tocar cuando no tenía más de nueve años. Tu hijo está viviendo una
explosión hormonal, sus glándulas sebáceas se han declarado en estado de alerta
máxima, y revientan, especialmente sobre la superficie de su rostro, centenares
de nuevos granos amarillentos, cerúleos y purulentos. ¿Qué hay, incluso, sobre
sus labios amoratados? Detectas una sombra. Pero no es, precisamente, la sombra
de su sonrisa, como bien lo poetizaba la canción aquella. Es un bozo, una
pelusa de bigote, una suerte de suciedad grisácea que brinda a su labio
superior un ribete desprolijo, como si no se hubiese limpiado la base de la
nariz luego de comer cenizas. Pero mucho te equivocarías si tan sólo te
detuvieras en eso, en la observación de los cambios físicos, notorios y
evidentes. Si sólo te quedaras en precisar que su cabello opaco se enreda en
grumos intrincados, sus rodillas tienen la dimensión de dos tazas de café y su
aliento huele a comadreja. Ocurre algo más, algo más profundo y complicado
aparte del replanteo de diseño y decoración personal de tu hijo. Ocurre algo más
y es esto: tu hijo está cambiando como persona, como ser humano. Como las
serpientes, está mudando de piel y de personalidad. Hay veces, muchas – debes confesarlo - en que le hablas y no te oye. Parece escucharte,
pero no registra en lo más mínimo lo que le has dicho. O masculla, simplemente,
“Sí, sí, está bien. Está bien” como se les dice a los locos, sólo para
conformarlos. O, cuando le reprochas algo, responde con frases de un cinismo
notable tales como “Mala suerte” o “Qué pena”, como aseverando que tus desvelos
por corregirlo serán vanos, morirán, infructuosos, aplastados por los ya
escritos designios del destino. O sólo contesta con un desafiante e insolente “¿Y…?”
cuando su madre le recuerda que no ha ido este mes a visitar a sus tíos. Y hay
otro llamado de atención, te recuerdo, muy claro y estremecedor, convengamos:
en ocasiones te mira como para matarte. Aquellos ojos de ardilla que se abrían
encantadores cuando tú le mostrabas el libro con la historia de los dos ositos,
ahora se clavan en los tuyos y tú adviertes, lisa y llanamente, que tras sus
pupilas titila un brillo asesino, el mismo que alumbrara la locura homicida de
Charles Manson.
Tú te has atrevido a entrar en su habitación luego de
golpear un par de veces, desde luego. Le has recordado que debe ir a limpiar el
baño que quedó hecho un lodazal luego de que él, por fin, accediera a darse la
ducha semanal, y has interrumpido su videojuego en la computadora. Te dijo,
rumiante, que ya iría a secar el baño, pero tú, imprudente, has insistido. Es entonces
cuando él te mira tal como lo describíamos. Te mira y te dice, con una voz
donde relampaguea una inflexión filosa y acerada, separando notoriamente cada
sílaba: “Te – di-je-que-ya-iba-a-ir”. Y serpentea por sus palabras una apenas
velada amenaza de homicidio. ¡Es él, tu hijo, el mismo niño que para las
Navidades cantaba junto a ti villancicos con voz dulce y graciosa! Algo se está
solidificando dentro del magma espiritual de tu muchacho. Algo, dentro de esa
corriente de agua pura y cristalina que era tu pequeño, se está congelando,
está creando sus propios ángulos y sus propias aristas. Has palpado algo duro
allí dentro, por cierto. ¿Dónde ha quedado aquella personita minúscula,
genuinamente inocente, que se creía la historia del ratoncito que deposita
dinero a cambio de un diente caído? Tú mismo empezaste a cambiarla cuando le
enseñaste a negociar, te informo. Les has vendido espejitos a los indios, mi
amigo. Les has mostrado el poder del canje, les has cambiado pieles de zorro
por aguardiente. Ahora saben que tú debes darles algo cuando les pidas alguna
cosa. Tu propia esposa inició a tu hijo en eso cuando le prometía dejarlo ver
el programa de televisión con los Muppets si él era tan bueno de comer la
primera cucharada de la repugnante papilla. Tú mismo lo acostumbraste a la
extorsión cuando negociaste no llevarlo sobre tus hombros en el paseo por el
shopping vecino a cambio de comprarle un chupetín con forma de rinoceronte. Ahora
le pides gentilmente que apague la luz de su pieza cuando no la usa y te exige
diez dólares, le ruegas que no deje tiradas sus ropas por el suelo y pretende
un compact de los Screaming Headless Torsos, le indicas que no apoye los codos
sobre la mesa y ruge que necesita una moto japonesa. No te sorprendas, mi
amigo. La explicación es muy simple: él está cada vez más parecido a ti mismo,
es ya un delincuente como todos nosotros, es uno más de la banda, lo estamos integrando
jubilosamente en el clan. Y hay otro detalle: ya no puedes pegarle. Ese coscorrón
sonoro sobre el remolino de pelo que tiene en la cabeza, ese manotazo plano
sobre sus asentaderas cuando hacía algo malo, ese zamarreo espasmódico tomándolo
de un hombro cuando berreaba como un demonio, ya no es atinado. Ahora, te diría
que lo pienses muy bien antes de hacerlo. Ayer mismo le levantaste una mano y
te miró fijamente, como calculando la resistencia de tus huesos, la oposición
que presentaría la piel de tu cuello a la punta doble y metálica de una tijera.
Lo miras ahora, mientras duerme, cuando
parece recuperar algo de ese toque angelical que poseía en el colegio primario,
y ves que su espalda tiene casi el mismo ancho que su almohada, y que los
músculos jóvenes de los brazos son protuberancias tensas, como si tuviese sogas
que le corrieran bajo la piel. Lo comprobaste, además, no hace mucho, cuando le asestaste un festivo empujón sobre
una tetilla, a modo de chanza, y tu mano chocó contra una superficie que tenía
la granítica dureza del cemento, una dureza que en tu propio cuerpo de padre
sólo podría encontrarse en la hebilla de tu
cinturón. Podría matarte con una sola de sus manos, en suma. Perdiste tu
chance de pegarle cuando estabas a tiempo. Ahora ya es tarde. Pero te
inquietes, tu hijo está en una etapa de cambios. Su personalidad se retuerce
como una culebra caída en el fuego. Varía día a día, se transforma, muta. Hoy verás
a tu hijo silencioso y reconcentrado, como preocupado por un futuro que se le
antoja amenazante. Mañana lo verás conservador y tumultuoso, atacado por un
hambre feroz que lo llevará a comer cuatro filetes de cerdo acompañados de
huevos fritos. Ayer lo habías contemplado esquivo y distante, abocado a leer
poemas de Verlaine y de Rimbaud. Su alma es una suerte de masilla blanduzca,
que se modifica y amolda a las presiones que recibe. Aparece un día diciendo
que quiere ser jugador de básquet, y no se saca durante 24 horas esa ridícula
gorra de los Dodgers. Al día siguiente opina que su destino está en la Bolsa de
Valores y se empecina en lucir un saco oscuro con corbata al tono sobre los
pantalones vaqueros. Mañana por la mañana sostendrá que desea sacar la visa
para irse a vivir a Rusia y criar allí conejos de angora. Por la tarde
confesará que está enamorado y habrá de casarse al poco tiempo. Su perfil, su
forma de ser, fluye, se eleva y se distorsiona como esas voluptuosas volutas
aceitosas que giran dentro de los cilindros iluminados que suelen ponerse como
adorno en las casas de decoración, llenos de un líquido ámbar y moroso.
Pero pronto, mucho antes de lo que tú te imaginas, aparecerá
el modelo terminado. La naturaleza habrá completado su diseño. Se habrá
confirmado la curva de su mandíbula, encontrará su diámetro la extensión de la
cintura y las excrecencias de la piel se harán más y más infrecuentes en las
inmediaciones de la nariz y la boca. Hasta la voz ya no le patinará tanto en
algunos tonos, adquiriendo un matiz más parejo y previsible. Pero lo más
importante: podrá advertirse una estructura firme, un andamiaje que sostenga a
una personalidad definitiva y consolidada.
Y entonces, mi querido amigo, padre y custodio de un
adolescente, cuanto tu hijo haya adquirido ya una personalidad concreta sólida,
palpable, buena o mala pero propia, definida, conocerá a una mujer. Conocerá a
una mujer y esa mujer intentará cambiarlo.
R. Fontanarrosa. De “Te
digo más…y otros cuentos”, Ediciones de la Flor
El ser humano sólo puede constituirse en sociedad a través
de la interacción con el otro y su medio, la psicología social se preocupa por
el modo en que el hombre interpreta e incorpora las expectativas que los otros
tienen sobre él, y por el modo en que reconstruye el orden social. La dinámica
de grupos, estudia el desarrollo de fuerzas en el grupo y la articulación entre
la razón y los afectos. En el marco de la dinámica de grupos es fundamental el
concepto de cohesión, definido por Louis Festinger como la resultante de todas las fuerzas que actúan sobre los miembros para
que permanezcan en el grupo.
Uno de los factores de esta cohesión es la influencia social, que es la suma de
los procesos por los cuales los hombres organizan sus sistemas de creencias y
actitudes, definen la realidad y se definen a sí mismos. Solemos decir que
existe influencia social cuando podemos asociar las ideas y las conductas de
una persona a la de otra u otras sobre la base de algún contacto o relación
entre ellas y de la anterioridad de las formulaciones de una con respecto a las
otras. Si bien se trata de un fenómeno que está presente en toda la historia
del pensamiento, la influencia social se utiliza en la psicología contemporánea
para referirse a las modificaciones que sufren los juicios, las opiniones y las
actitudes de un individuo o de un grupo por el hecho de haber tomado
conocimiento de los juicios, opiniones y actitudes de otras personas sobre un
mismo tema, o simplemente como respuesta a la presión de otros miembros. Esta influencia,
que es la base de la cohesión, puede llegar a alterar la capacidad crítica del
individuo.
La influencia social en un grupo puede darse a través de
distintas modalidades:
a)La normalización:
significa el reemplazo de las normas individuales por normas grupales,
aceptadas por los miembros del grupo. La norma grupal influye en la conducta
individual. La normalización expresa la presión que se ejerce en el curso de
una interacción para adoptar normas aceptables a todos los individuos. La meta
de esta presión es lograr la convergencia de opiniones por un lado y un
compromiso implícito entre quienes comparten esas opiniones.
b)La conformidad: es el fenómeno por el
cual el integrante se desprende de sus apreciaciones individuales para no
disentir con el grupo. De esa manera el juicio individual es modificado por la
presión grupal. Esto se produce porque existe la tendencia a coincidir con los
demás por razones afectivas, por el temor a la desaprobación general o por
múltiples motivos conscientes o inconscientes.
c)La innovación: se produce cuando uno de
los miembros del grupo en lugar de quedar aislado en su disconformidad logra
atraer a otros miembros, formando una minoría dentro del grupo. Ciertas normas
que parecían inamovibles se convierten en objeto de discusión, y la mayoría
deberá negociar con la minoría. Los estudiosos de esta modalidad de la
influencia social hablan de dos formas de innovación: “desde arriba” o “desde
abajo”. En ambos casos se adoptan normas
que cuestionan los modelos predominantes.
d)La obediencia o la sumisión a la autoridad:
en una sociedad hay siempre una asimetría entre partes en relación con el poder
y el ejercicio de la coerción (gobernantes y gobernados), y esta asimetría
supone, además, la aceptación de las órdenes de unos por parte de los otros.
Actividad:
Busca en diarios y revistas
crónicas que ilustren las modalidades de normalización, conformidad, innovación
y obediencia.
Enumera los grupos de pertenencia y los grupos de referencia en los cuales te encuentras incluido.
Lee el siguiente texto del psicólogo social Michael Billig, extraído de Racismo, prejuicios y discriminación:
Billig define los prejuicios como "opiniones dogmáticas y desfavorables respecto de otros grupos y, por extensión, respecto de los miembros individuales de estos grupos". En teoría -dice Billig- "podemos establecer una distinción entre el prejuicio y la discriminación: el prejuicio se refiere a las actitudes negativas y la discriminación es un comportamiento dirigido contra los individuos objeto del prejuicio (...) Sin embargo, no existe un enlace automático entre el prejuicio y la discriminación. Poco después de que los psicólogos sociales comenzaran a estudiar en forma sistemática los prejuicios de la gente hacia otros grupos, se observó que existían complejas relaciones entre las actitudes y el comportamiento. El hecho de que una persona expresase prejuicios negativos hacia un grupo exterior determinado no significaba forzosamente que esta persona siempre se comportaría de manera hostil hacia cada miembro individual de dicho grupo. En otras palabras, el prejuicio no conduce siempre a una pre-condena."
3. ¿Puedes identificar prejuicios corrientes en la sociedad argentina actual?
4. ¿Puedes dar ejemplos de prejuicios que estén presentes en letras de temas musicales?
5. ¿Puedes identificar conductas discriminatorias en la sociedad argentina actual?
6. Busca en los diarios casos de conductas discriminatorias que hayan llegado a una instancia judicial. Elabora un breve informe sobre el hecho para presentar en clase y discute la resolución del caso con tus compañeros.
Participación y responsabilidad
colectiva de las familias
No
digáis que el movimiento social excluye el movimiento político.
No
hay jamás movimiento político que, al mismo tiempo, no sea social.
Carlos
Marx
Miseria de la
Filosofía
Sociedad civil y Teoría Política
Cuando
hablamos de participación en sentido social y ciudadano, hacemos referencia a
una forma de relación política que se basa en una mayor implicaciónde los
ciudadanosy sus asociaciones,
tanto en la formulación como en la ejecución y el control de las Políticas
Públicas. Esta participación favorece, principalmente en el ámbito local, que
se tomen mejores decisiones, mas
informadas y que se desarrollen Políticas Públicas que cuenten, por su implementación,
con el acuerdo y la colaboración de los ciudadanos. También contribuye a
generar más confianza en las instituciones.
Que
la sociedad civil[1] se
organice para trabajar colectivamente con miras a satisfacer necesidades
comunitarias es nítidamente una actividad política, entendiendo ésta como una actividad humana, orientada a conseguir
los objetivos de un grupo social. La política tiene que ver con la
deliberación, la toma de decisiones, con lo público. El término también se usa para denominar el arte de vivir juntos en una
comunidad, “el hombre es un animal político”, decía Aristóteles, yo digo la
mujer también, este es un desagregado necesario para hacer visible la figura de
la mujer y su rol en el espacio de participación, especialmente en la
ruralidad.
En la Grecia
clásica, la pregunta rectora que
articulaba la política con las demás dimensiones de la vida en sociedad, no era
otra que ¿cómo educar al joven ciudadano, que a futuro ingresará plenamente a
la vida política? Vieja pregunta que deja ver, aun hoy, la traza política en la
educación.
Agregando a lo dicho, y
dejando de lado siglos de Política, en el marco contemporáneo, la Teoría Política se define en términos de la
llamada “politización de la sociedad civil”. La política y lo político no
pueden presentarse solamente en el ámbito del Estado, sino que atraviesan todas
las dimensiones sociales. Cualquier contenido es susceptible de politización,
la política juega como forma, así hoy por ejemplo hay múltiples demandas
sociales, que son susceptibles de ser politizadas, provenientes de grupos
étnicos, minorías sexuales, cuestiones de género, etc. Son demandas que necesitan ingresar y
redefinirse en el espacio público.
La
Política juega aquí a modo de espacio de relación, así entendida, admite el
conflicto como elemento inherente a ella. Hay política porque hay espacio
público, la anulación de lo público es por tanto anulación de la política. La
función del ámbito público es proporcionar un espacio devisibilidad,
en el cual hombres y mujeres puedan ser vistos y oídos y revelar mediante la palabra
y la acción, quienes son.
Lo público indica mundo común, entendido como
comunidad de cosas, que nos une, agrupa y separa, a través de relaciones que no
suponen fusión. La condición indispensable de la política es la irreductible
pluralidad que puede expresarse en el hecho de que somos alguien y no algo.
Ahora bien, dentro de la esfera pública, la política tiene un carácter
artificial, no todo espacio público es inmediatamente un espacio político. En
éste sentido es que considero que la Asociación de familias que conforman la
EFA, como organización de la sociedad civil, es un espacio público que debe
actuar como espacio político, y nosotros como docentes/monitores, animadores, debemos promoverlo y dar
lugar para que se desarrolle como tal junto a las familias.
Como movimiento social, la Alternancia, constituye un elemento dinámico que puede
convertir en realidad los potenciales positivos de las comunidades a las que
pertenece. Como movimiento, tampoco puede desligarse de su carácter
socio-político, de su finalidad de
transformación social para mejorar las condiciones de vida de su gente.
La participación colectiva suele orientarse,
generalmente, hacia dos grandes líneas de acción, por un lado la movilización
de recursos materiales, y por otro la reivindicación de identidades. En el caso
de las organizaciones llevadas adelante por las familias en las EFA, podemos
decir que promocionan y desarrollan las dos; puesto que permiten reafirmar nuestra
pertenencia a una comunidad política mayor, que fortalece la noción de un
“nosotros”. Promueven la permanente búsqueda de completud humana, inalcanzable
por cierto, que nos permite realizarnos como persona, y ubicarnos como sujetos
constructores de nuestra historia. Además, contribuyen a la expansión y garantía
de igualdad de posibilidades para acceder a bienes sociales, económicamente
relevantes para una vida digna y emancipada. Por último, brindan la posibilidad
de contribuir a la vida pública de la comunidad, a buscar el bien común, lo
cual nos permite actuar como ciudadanos a través de la participación.
Por
eso es importante que el proceso participativo en las organizaciones, en este
caso la EFA, sea ampliamente visible, anima la participación de las familias,
el hecho de saber que su participación no implicará una perdida inútil de
tiempo, si prevén que podrán expresar sus opiniones libremente y si perciben
que, efectivamente, su opinión será tenida en cuenta. Cabe aclarar, además que
ésta participación sin una redistribución del poder es un proceso vacio que
permite alegar a los detentores del poder, que se escucha a todos, mientras se
toman decisiones que no dan cuenta de ello.
Un poco de historia
A
partir de mediados del XIX, en Argentina, las acciones asistenciales impulsadas por la
iglesia Católica fueron acompañadas por las actividades de las sociedades de
socorros mutuos, que nucleaban a distintas comunidades de inmigrantes llegadas
a la Argentina. Estas entidades se caracterizaron por la autogestión. Las
sociedades de fomento fueron a partir de 1930, la expresión de una nueva forma
de acción colectiva para responder a necesidades barriales. Un hito en nuestro
país fue la creación de la Fundación Eva Perón, desde allí era el Estado el
encargado de dar ayuda.
A
partir de los '60 surgieron organizaciones de promoción y desarrollo. Más
adelante, como consecuencia de la última dictadura militar, fueron creados los
organismos de defensa de los derechos humanos.
Con
la implementación de políticas neoliberales en los '90, la participación
ciudadana se volcó hacia OSC defensoras de los consumidores, o atendiendo
necesidades básicas insatisfechas. También en este período se incrementó la
cantidad de fundaciones empresarias. En la década del '90 aumentó un 53% el
número de OSC.
La sociedad civil en Argentina
Las
(OSC) son entidades privadas, autogobernadas y no partidarias, cuyo objetivo es
aportar al bien común. La mayoría se caracteriza por su capacidad de atender
las necesidades más inmediatas en las comunidades.
Más
del 80% de las organizaciones surgieron en los últimos 20 años, como
consecuencia del incremento de la pobreza y la menor injerencia del Estado en
la atención de cuestiones básicas. Así fueron alcanzando mayor legitimidad y
visibilidad social.
¿Cómo
se organiza el sector social?
Una
vez constituidas como tales, las OSC pueden ampliar su área de injerencia y su
nivel de incidencia social vinculándose con entidades similares, creando o
sumándose a redes, foros y federaciones. De esta manera, pasan a constituirse
en organizaciones de segundo grado, mientras
que integran estructuras de tercer grado
si forman parte de confederaciones.
Una
federación reúne a OSC que comparten el objetivo de desarrollar un objetivo en
colaboración.
Puede
ser sectorial, si agrupa a organizaciones que cuentan con objetivos y
actividades semejantes; o de base territorial, si nuclea a instituciones en
función del ámbito geográfico de acción, ya sea local, provincial, nacional o
internacional.
Algunas tareas de las federaciones y
confederaciones:
-Gestionar
recursos para los miembros.
-Brindar servicios
de gestoría y asesoramiento fiscal, económico u organizacional.
-Organizar
actividades formativas o editar materiales.
-Promover la
articulación entre los miembros y la realización de actividades conjuntas.
-Generar servicios
para mejorar el funcionamiento de cada OSC miembro.
-Impulsar la
investigación.
-Ser un
interlocutor válido ante otros actores para reivindicar y negociar, a fin de
lograr los objetivos consensuados por las OSC miembro.
- Abordar temas que cada asociación no puede
encarar de forma aislada.
-Generar nuevos
servicios para los socios
-Fortalecer la
capacidad de negociación con la administración pública o el sector privado.
-Compartir
recursos del conjunto de asociaciones, ya sean materiales como humanos y de
capacitación
-Reunir los
esfuerzos de los distintos grupos
dispersos para hacer frente a determinadas problemáticas, generando estrategias
en común.
La organización legal de las EFA
La
elección del formato legal de la OSC está relacionada con sus objetivos
institucionales, pero también con el nivel de participación de sus miembros en
la toma de decisiones. Las EFA no son de una sola persona, ni de la Iglesia u
otro organismo, pertenecen a las familias que se asocian con una finalidad de
bien común. Por eso, al organizarse legalmente lo hacen como asociaciones
civiles: las familias organizadas como
Asociación Civil son propietarias y responsables últimas de la EFA que han
puesto en marcha.
Las
familias organizadas en la EFA, desde su mandato fundacional, asumen un papel
activo en el desarrollo de las comunidades rurales, entendiendo al desarrollo
como construcción colectiva y permanente, orientada a satisfacer las
necesidades humanas de hoy y de las futuras generaciones, ampliando las
oportunidades y la calidad de vida de las personas.
¿Qué
es una Asociación Civil?
Cuando
un grupo de personas se organiza con una finalidad de bien común, puede
solicitar al estado que se le otorgue personería jurídica. O sea, que se
reconozca que es una entidad que puede ejercer derechos y contraer obligaciones
de manera similar a como lo hacen las personas físicas.
Para
que se reconozca la personería, se debe demostrar en su presentación ante las autoridades:
1.
Que su objetivo principal es el bien común, que se busca el beneficio para los
asociados actuales y futuros, pero también acciones positivas para toda la
comunidad por el tipo de servicios que ofrecerá. El objetivo de bien común es
lo que hace de las asociaciones civiles entidades sin fines de lucro: no buscan
ganancias para repartir entre sus integrantes. Los beneficios que obtengan
deben utilizarse para el cumplimiento de sus objetivos y mejorar los servicios
que presta.
2.
Que tienen un patrimonio propio, que sus estatutos les permiten adquirir bienes
y que no subsistirá exclusivamente de asignaciones del estado (en el caso de
las EFA).
Poseer
patrimonio propio significa que tiene algunos bienes, que sus asociados se
comprometen a pagar cuotas, que se harán beneficios o recaudarán fondos para
funcionar. Tener patrimonio no les impide recibir subsidios del gobierno en el
caso de las EFA Para abonar los sueldos.
3. Que han elaborado en Asamblea un estatuto
donde se fija el funcionamiento de la asociación.
Con
toda la documentación se debe hacer la presentación ante las autoridades y
tramitar la personería. Cada asociación
debe hacerlo ante el gobierno de la provincia en la que fija su domicilio o
sede, recurriendo a la oficina que se ocupa de esos trámites (Registro de
asociaciones civiles o Inspección de Justicia).
4.
Los asociados
Los
asociados son la base real de una asociación civil. Si se alejan o se los deja
de lado, la institución se convierte en un fantasma, un sello y un nombre que
no significan nada. Una institución será más fuerte y sólida en la medida que
tenga mayor cantidad de asociados participando activamente.
¿Quiénes
pueden asociarse?
La
reglamentación sobre los asociados es en relación con los objetivos de la
asociación y debe figurar en los estatutos. En el caso de las EFA los socios
principales son los padres y madres siendo que uno de los objetivos es nuclear
a las familias en un proyecto educativo.
Además
de los miembros principales pueden admitirse a otros que deseen apoyar la
acción, aunque no sean beneficiarios directos. En el caso de las EFAS serían
otras personas o instituciones que desean apoyar el proyecto.
Categorías
de asociados:
Los
asociados pueden pertenecer a distintas categorías, por ejemplo:
Activos: son los que se relacionan directamente con los
objetivos de la institución, gozan de todos los derechos y obligaciones que se
fijan en los estatutos (participar en las Asambleas, elegir y ser elegidos,
formar parte de subcomisiones, etc.). Deben ser mayores de edad.
Adherentes: apoyan las tareas, aunque no puedan elegir ni ser
elegidos para el Consejo. Generalmente se les permite participar en las
Asambleas solo con voz.
Honorarios: personas o instituciones que se designan como
asociados para homenajearlos u honrarlos. Suelen tener los mismos derechos y
obligaciones que los adherentes.
¿Cuándo
se pierde la Categoría de Socios?
-No pago de las
cuotas sociales u otros compromisos económicos con la institución.
-Renuncia.
-Decisión del
Consejo de administración.
-Por motivos que
atenten contra la reputación y el buen funcionamiento de la escuela.
5.
Conducción y autoridades de una asociación civil:
Las
asociaciones civiles tienen tres organismos de conducción: las Asambleas, el
Consejo de Administración, y el Órgano de Fiscalización.
Las Asambleas Generales: en
ellas se reúnen todos los asociados para dialogar sobre la marcha de la
institución, recibir información, fijar las líneas generales de trabajo para el
futuro, decidir sobre cuestiones reservadas exclusivamente a la Asamblea (por
ejemplo la modificación de los estatutos, elegir al Consejo y al Órgano de
Fiscalización...). Las convoca normalmente el Consejo, pero puede hacerlo el
Síndico o a pedido de un número determinado de asociados (las condiciones se
regulan en los estatutos). También en los estatutos se establecen los plazos y
el modo de las convocatorias. Hay dos tipos de Asamblea:
Ordinarias:
se reúne una vez por año, analizan la memoria y el balance que presenta el
Consejo, si corresponde eligen autoridades, discuten los planes generales,
aportan ideas y sugerencias, etc.
Extraordinarias:
citadas cuando aparece alguna cuestión especial, o para facilitar la
participación sin esperar todo un año.
Las
Asambleas solo pueden tratar los puntos incluidos en el temario que se
distribuye con la convocatoria.
El Consejo de Administración: también
suele llamarse comisión directiva, es el organismo que conduce y coordina las
actividades de la institución, en base a las líneas o programas fijados por la
Asamblea para cada período. Es el representante de la Asociación, su cara
visible, quien actúa en su nombre. En cada estatuto se fija el número de
personas que lo integrarán, los cargos, las atribuciones o facultades que les
corresponden, el periodo de tiempo de mandato, las posibilidades o no de
reelección, las reuniones, etc. Ni el Consejo ni su presidente son los dueños
de la EFA. Ellos representan a los asociados que les han encomendado una
función. La conducción y la autoridad, son un servicio.
¿Cómo
se integra un Consejo de Administración?
Presidente.
Funciones:
-Convocar a
asamblea y sesiones del consejo.
-Decidir con su
voto en Asamblea y sesiones en caso de empate.
-Firmar acta y
documentaciones de la asociación.
-Autorizar los
gastos y firmar recibos o documentos de la tesorería.
-Mantener el orden
y dirigir las reuniones.
-Velar por la
buena marcha y administración de la escuela.
-Representar a la
Asociación ante la justicia y ante terceros. Por naturaleza es el representante
legal, pero puede delegar esta tarea en otra persona si así lo dispone.
Vice.
Funciones:
-Participar de
toda reunión y asamblea.
-En caso de
ausencia del presidente asume como tal.
Secretario.
Funciones:
-Participar de
toda reunión y asamblea.
-Llevar registro
de libros de actas.
-Realizar las
respectivas actas de reuniones y asambleas.
-Firmar toda
documentación.
Tesorero.
-Participar de
toda reunión y asamblea.
-Llevar el
registro de asociados controlando el cobro de las cuotas.
-Llevar el libro
de contabilidad.
-Preparar el
balance general
-Firma con el
presidente las documentaciones de tesorería,
-Dar cuenta del
estado económico al Consejo y al síndico, cuando este lo requiera.
Varios
vocales
Funciones:
-Participar de
toda reunión y asamblea.
-En caso de
cesantía del 1° vocal asume como tal contando con todos los derechos y
obligaciones.
Asesor
Funciones:
-Asiste a las
reuniones y asambleas.
-Su función es
exclusiva de asesoramiento. No tiene voto en las decisiones de la asamblea y
del consejo. Esta función es ejercida por el rector de la escuela.
Eventualmente un pro – secretario y un pro- tesorero
El Órgano de fiscalización:
también llamado síndicos o comisión revisora de cuentas. Está formado por uno o
dos asociados elegidos por la asamblea para que supervisen la administración y
el manejo de los fondos que hace el Consejo. Es un órgano de contralor y
aconsejan a la asamblea sobre determinadas cuestiones, por ejemplo en la
aprobación o no del balance anual. Además, en caso de acefalía en el Consejo,
se hace cargo de la asociación y convoca a nuevas elecciones.
Funciones:
-Examina los
documentos y libros de la asociación cuando considera necesario.
-Asiste con voz en
las reuniones cuando considere necesario.
-Dictamina sobre
la memoria y el balance.
-Llama a asamblea
extraordinaria cuando considere conveniente, aún cuando el Consejo de
Administración se niegue.
-En caso de
liquidación de la asociación, cuidará por le correcto destino de los bienes
sociales de acuerdo a lo previsto por los estatutos.
-Trabaja sin
entorpecer el normal funcionamiento de la administración.
La puesta en marcha:
Poner
en funcionamiento la EFA, implica un trabajo previo importante sobre todo en
tres aspectos:
En lo económico:
La comunidad que se ha propuesto
crear una EFA debe saber que la asociación es la responsable de la parte
económica. Conseguir el local, preparar y encarar el presupuesto. Quienes
logran cumplir con esto sienten que la EFA es parte suya, por lo tanto eso lo
inclinará a tomar más responsabilidad.
En lo material:
La comunidad debe darse cuenta que
en ese edificio asistirán a clases y vivirán sus propios hijos. Que allí
vivirán los monitores eventualmente, por lo tanto la labor del Consejo será sin
duda, la de lograr el material mínimo indispensable, entendiendo con esto nada
fuera de lo común, simplemente cierto orden, comodidad de trabajo y seguridad
edilicia.
En lo promocional:
La EFA no puede concentrarse en un
radio de acción que comprenda sólo a una comunidad, sino que debe extenderse en
un radio de acción más amplio, es decir, que abarque a varias comunidades, con
el fin de obtener la cantidad de alumnos suficientes y lograr el apoyo
necesario en lo material y económico. Hacer comprender y mostrar la importancia
de la escuela, representa una responsabilidad y compromiso muy grande. Este
trabajo no se puede realizar sin antes estar compenetrado y convencido del
sistema. La relevancia que tendrá la EFA depende justamente de la promoción, de
la responsabilidad que las familias han adquirido con respecto a la escuela,
nadie puede suplir la promoción que ellas pueden hacer, entre campesinos o
familias de una misma comunidad se entienden mejor que con un desconocido. De
éste trabajo dependerá en gran parte el futuro de la EFA, y recae generalmente
en los integrantes del Consejo de Administración y familiares de los jóvenes
estudiantes.
Funcionamiento:
Al
comenzar el funcionamiento de la escuela se comparte la responsabilidad entre
el Consejo de Administración y las familias, éstas últimas pasan a desempeñar
una función importantísima en todos los aspectos y deberán adquirir
paulatinamente responsabilidad en los siguientes aspectos:
En
lo pedagógico: tener un hijo en la EFA no significa desentenderse para que
la escuela lo eduque, significa que la familia también forma parte de ella.
La
formación del joven será compartida entre los monitores/docentes y la familia.
Es de esperar que el propio estudiante integre a su familia a través de los
diversos trabajos propuestos desde la EFA, incentive a participar e intervenir
en lo que hace su hijo como estudiante y lo que hace la EFA. Se busca con esto
una toma de conciencia respecto al rol de la escuela y a su papel como familia
respecto a la educación de sus hijos.
En
lo administrativo: los docentes monitores suelen realizar este trabajo en
gran parte, pero los responsables directos son los padres. La responsabilidad
es delegada a los monitores pero siempre el Consejo debe tener conocimiento del
estado de las cosas. Muchas de ellas por su importancia y pertinencia no pueden
ser delegadas (por ejemplo el manejo de fondos, los libros de actas del
Consejo,..) Las familias junto al Consejo deben asumir dicha responsabilidad
para la buena marcha y continuidad de la escuela.
En
lo económico: la puesta en marcha de la escuela significa una
responsabilidad económica muy grande. Durante el funcionamiento esa
responsabilidad debe afirmarse con el apoyo de los padres. Este esfuerzo
representa una inversión de la cual quieren ver los frutos.
En
lo político: ser parte integrante de una EFA es estar en contacto con toda
una comunidad, con otras comunidades, con entidades estatales, instituciones
diversas y gente de distintos lugares. Esto implica mayor relación, todas las
personas e instituciones tienen sus
ideas, criterios, valores, su posición; la EFA debe respetarlas tanto en su
acción interna como en su vida externa. No podemos como EFA, sectorizar o
marginar dentro de su comunidad a quienes no piensan o actúan como la mayoría.
Tampoco, y en esto hay que estar atentos, debe dejar que se quiera cambiar la
política del movimiento.
La participación que implica la acción
colectiva de las familias como Asociación,
mejora y enriquece el entramado de relaciones comunitarias, padres y
madres asumen la responsabilidad de discutir con funcionarios, negociar y
manejarse adecuadamente en los distintos sectores de relación de la EFA. Por
supuesto que esta toma de
responsabilidad por parte de las familias debe ser progresiva, y se va dando a medida que se van enfrentando
con cada uno de los problemas o situaciones que aparecen.
Las
familias, al igual que las instituciones no son de goma, no pueden estar todos
en todo ni en todos lados, tampoco
podemos esperar que de buenas a primera sin ningún miramiento, acepten todo lo
que se proponga así sin más. Cada padre, cada madre tiene sus condiciones
particulares, sus intereses y forma de ver las cosas, lo importante es que la
EFA permita de una manera u otra su
participación.
Las
EFA, a su vez no son escuelas aisladas, integran un movimiento, están asociadas
a la unión provincial (en Santa Fe UEFAS) y federadas a APEFA, esto significa
que la Asociación de la EFA permite los primeros pasos de participación en el
Movimiento. Es importante que los padres y madres tomen conciencia de lo que
significa su participación en las distintas esferas del Movimiento, donde se
fijan las grandes líneas pedagógicas, políticas y económicas a las cuales todas
las EFA deben encuadrarse. Pero no debemos olvidar que la toma de poder de las
familias a partir de la participación en el Movimiento debe darse sin quemar
etapas y con el acompañamiento de los equipos de docentes/monitores. De lo
contrario podría derivar en un falso poder de las familias.
Las EFA son la base del Movimiento, en él hay
dos grandes grupos; el más importante, “la base”, lo constituyen las familias;
el otro grupo conformado por los equipos de docentes/monitores. En todo momento
necesitamos recordar y revisar, si es necesario, el lugar que como tales nos
corresponde.
Terminando para comenzar
Preguntas tan elementales y directas como por ejemplo:
¿Qué es participar?, surgen solo si ya no hay, ni son consistentes, las respuestas
formuladas por lo establecido. Y hay que formularlas de nuevo, en un momento en
que las viejas categorías no caben en los nuevos moldes y en que el único paso
que la reflexión ha dado ha consistido en el simple proponer viejas respuestas
a nuevas situaciones, trasladando la problemática afuera de la institución,
convirtiendo la dificultad en imposible.
Creo que es importante pensar y reflexionar, entre
todos, sobre la participación y toma de responsabilidad de las familias en la
Asociación, como principio que mueve al Movimiento, para reencontrar, recuperar
y recrear sentidos que se han evaporado.
Para seguir pensando,
me gustaría agregar algunas cuestiones más al respecto. Podemos diferenciar dos
concepciones y dos tipos de prácticas que son divergentes y que denominamos participativas
y pseudo-participativas- en función del desarrollo de una serie de
características que funcionarían como indicadores cualitativos de la
participación y que nos pueden ser útiles a la hora de reflexionar sobre éste
tema.
El siguiente cuadro recoge
las dimensiones y las características diferenciales de las que hablamos.
Pseudo –
participación
Participación
De “arriba hacia abajo”
De “abajo hacia arriba”
Como concesión
Como derecho
Despolitizada
Politizada
Como fin en sí misma (lo
importante es participar)
Como fin y como medio
(“es importante participar para lograr algo”)
En el marco de la
administración
En la administración y en
los espacios comunitarios
Puntual
Procesual
Centralizada
Descentralizada
Informativa o consultiva
Ejecutiva (toma de
decisiones, planificación, ejecución y evaluación de los procesos o
proyectos)
No vinculante
Vinculante
Limitada a aspectos o
temas menores
En todas las áreas de la
organización
Hegemonía de los
directivos y equipo o de las “mismas caras siempre”
Todos los miembros de la
organización, los equipos trabajan como facilitadores
Sucesión de
individualidades
Acción colectiva
Como “pose” o estrategia
de marketing
Efectiva y en el día a
día de la entidad
Así, la Participación se
presenta como un proceso, no como algo puntual. Las relaciones de los miembros
de las organizaciones y éstas respecto de su entorno social, no se limitan a la
mera recepción de información o a ser consultados sino que toman parte de un
modo vinculante y responsable en todas las fases del proceso de que se trate:
desde la definición y evaluación de necesidades, la toma de decisiones, el
diseño y desarrollo de proyectos, hasta la evaluación de los mismos. Además, lo
hacen por su propia voluntad, como un ejercicio de sus derechos sobre todos los
aspectos que les incumben como miembros de la asociación y no como una concesión de su organización, o
de los equipos, para temas menores o secundarios. Además, es bueno aclarar que
tomar parte trae de por sí beneficios, pero no es que sea un fin en sí mismo,
uno participa para lograr determinados objetivos, que deben ser, a su vez, conocidos y compartidos por todos los
miembros.
Bibliografía consultada:
ARENDT, Hannah, “¿Qué es la Política? Ediciones
Paidós, Barcelona, 1997.
Revista Tercer Sector 03. “Todo lo que usted
necesita saber sobre…Cómo crear una organización”.
VIGIL, Carlos José. Equipo Pedagógico Central de
APEFA. “La organización legal de las Escuelas de la Familia Agrícola”.
1992.
Equipo de apoyo de UNEFAM. “Análisis estatutario”
FANKHAUSER, Laura V. “Cuestiones constitutivas de
la Teoría Política”. Política e Historia de la Educación Argentina. Apuntes
de Cátedra. 2012.
[1]El
término civil hace referencia a aquellas cuestiones inherentes a una ciudad
determinada o a los ciudadanos que habitan en ella. Asimismo, el término civil suele usarse para marcar
una diferencia respecto de aquellas personas que responden o pertenecen al
ámbito militar o religioso y que ciertamente por su pertenencia
a estos ámbitos que ostentan importantes diferencias con la órbita civil
pierden un poco esta denominación.