viernes, 24 de mayo de 2013

Pablo Neruda: "Sobre mi mala educación"



Cuál es el cuál, cuál es el como?
Quién sabe cómo conducirse?

Qué naturales son los peces!
Nunca parecen inoportunos.
Están en el mar invitados
y se visten correctamente
sin una escama de menos,
condecorados por el agua.

Yo todos los días pongo
no sólo los pies en el plato,
sino los codos, los riñones,
la lira, el alma, la escopeta.

No sé qué hacer con las manos
y he pensado venir sin ellas;
pero dónde pongo el anillo?
Qué pavorosa incertidumbre!

Y luego no conozco a nadie.
No recuerdo sus apellidos.
-Me parece conocer a usted.
-No es usted, señora, no es la amante d
el alcohólico poeta
que se paseaba sin cesar,
sin rumbo fijo por las cornisas?
-Voló porque tenía alas.
-Y usted continúa terrestre.
-Me gustaría haberla entregado
como india viuda a un gran brasero,
no podríamos quemarla ahora?
Resultaría palpitante!

Otra vez en una Embajada
me enamoré de una morena,
no quiso desnudarse allí,
y yo se lo increpé con dureza:
estás loca, estatua silvestre,
cómo puedes andar vestida?

Me desterraron duramente
de ésa y de otras reuniones,
si por error me aproximaba
cerraban ventanas y puertas.

Anduve entonces con gitanos
y con prestidigitadores,
con marineros sin buque,
inconcebibles protocolos
y mi educación lamentable
me trajo malas consecuencias.

Por eso no voy y no vengo,
no me visto ni ando desnudo,
eché al poso los tenedores,
las cucharas y los cuchillos.
Sólo me sonrío a mi solo,
no hago preguntas indiscretas
y cuando vienen a buscarme,
con gran honor, a los banquetes,
mando mi ropa, mis zapatos,
mi camisa con mi sombrero,
pero aún así no se contentan:
iba sin corbata mi traje.

Así, para salir de dudas
me decidí a una vida honrada
de la mas activa pereza,
purifiqué mis intenciones,
salí a comer conmigo solo
y así me fui quedando mudo.
A veces me saqué a bailar,
pero sin gran entusiasmo,
y me acuesto solo, sin ganas,
por no equivocarme de cuarto.

Adiós, porque vengo llegando.

Buenos días, me voy de prisa.

Cuando quieran verme ya saben:
búsquenme donde no estoy
y si les sobra tiempo y boca
pueden hablar con mi retrato.


martes, 21 de mayo de 2013

Friedrich Schiller escribe a Laura.


Éxtasis por Laura

Laura, si tu mirada enternecida
hunde en la mía el fulgurante rayo
mi espíritu feliz, con nueva vida,
en ráfaga encendida
resbala con la luz del sol de mayo.
Y si en tus ojos plácidos me miro
sin sombras y sin velos,
extasiado respiro
las auras de los cielos.
Si el acento sonoro
tu labio al aire da con un suspiro
y la dulce armonía
de las estrellas de oro;
escucho de los ángeles el coro,
y absorta el alma mía
en transparente amoroso se extasía.
Si en la danza armoniosa
tu pie, como ola tímida resbala,
a la tropa de amores misteriosa
miro agitar el ala;
el árbol mueve, tras de ti, sus ramas
cual si de Orfeo oyérase la lira,
y a mis plantas la tierra que pisamos
vertiginosa gira.
Si de tus ojos el destello puro
fuego amoroso inflama,
latido al mármol duro
da y al árido tronco vital llama.
Cuanto goce soñó la fantasía
ya presente contémplolo y seguro,
cuando en tus ojos leo, ¡Laura mía!

Reseña biográfica
Poeta, dramaturgo y filósofo alemán nacido en Marbach en 1759.
Estudió medicina en Stuttgart aunque su verdadera vocación siempre fue literaria. Después de prestar servicio militar, escribió una obra de teatro influido por las lecturas de Shakespeare y Rousseau, dedicándose desde entonces al ejercicio poético.
Vivió en varias ciudades alemanas,  trabó amistad con Herder, Schlegel, Wieland y Goethe y ejerció la cátedra de Historia en la Universidad de Jena hasta 1799.
Se destacan de su obra: "Ensayo sobre la relación entre la naturaleza animal y la espiritual del hombre" en 1785, "El teatro como institución moral" en 1785, "El arte trágico" en 1791, "De la gracia y de la dignidad" en 1793, "De lo sublime" en 1793, "Cartas sobre la educación estética del hombre" en 1795 y "De la poesía ingenua y sentimental" en 1796.
Falleció en Weimar en 1805. ©

domingo, 19 de mayo de 2013

Platón y el amor... Para 5to. año



Mito sobre el amor contado por el personaje Aristófanes en el diálogo de Platón que se llama Banquete:

"En primer lugar, tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino, en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y el nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en el olvido. En segundo lugar, la figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatros brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí. Caminaba además erecto, como ahora, en cualquiera de las cuatro direcciones que quisiera; mas cada vez que se lanzaba a correr rápidamente, del mismo modo que ahora los saltimbanquis dan volteretas haciendo girar sus piernas hasta alcanzar la posición vertical, avanzaba rápidamente dando vueltas, apoyándose en los ocho miembros que tenía entonces.
(...) Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron  contra los dioses. (...) Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estrategia para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto - continuó -, voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Caminarán erectos sobre dos piernas; pero si todavía nos parece que son altaneros y que no están dispuestos a mantenerse tranquilos, de nuevo una vez los cortaré en dos, de suerte que avanzarán sobre una sola pierna a la pata coja". De hecho, fue cortando a los hombres en dos, como los que cortan los huevos con crines. Y a todo aquel que iba cortando, ordenaba a Apolo que le diera la vuelta al rostro y a la mitad del cuello en la dirección del corte, para que, al contemplar su seccionamiento, el hombre fuera más moderado, y le ordenaba también curarle lo demás. Apolo le iba dando la vuelta al rostro, y recogiendo la piel que sobraba de todas partes en lo que ahora llamamos vientre, como ocurre con las bolsas cerradas con cordel, la ataba haciendo un solo agujero en mitad del vientre, precisamente lo que llaman ombligo. (...) Así, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se unía con ella, se rodeaban con los brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros. Y cada vez que moría una de las mitades y sobrevivía la otra, la que sobrevivía buscaba otra y se abrazaba a ella, ya se tropezara con la mitad de una mujer entera - lo que precisamente llamamos ahora mujer - ya con la mitad de un hombre; y de esta manera perecían. Mas se compadeció Zeus y se ingenió otro recurso: trasladó sus órganos genitales a la  parte delantera ( porque hasta entonces los tenían también por fuera, y engendraban y parían no los unos de los otros, sino en la tierra, como las cigarras). Los trasladó, pues, de esta manera a su parte delantera e hizo que por medio de ellos tuviera lugar la concepción en ellos mismos, a través de lo masculino en lo femenino, a fin de que, si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraban y siguiera existiendo la especie. (...) Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana. Cada uno de nosotros es, por tanto, una contraseña (mitad) de hombres, al haber quedado seccionados, como los lenguados, en dos de uno que éramos. Por eso busca continuamente cada uno su propia contraseña (su mitad)."

martes, 14 de mayo de 2013

Alejandra Pizarnik: Exilio


                                                                        
                                                                         Exilio


                                                    A Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.



Reseña biográfica
Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris
hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando
en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas
líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia»
en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965,
«Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas»,
publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión. ©



martes, 7 de mayo de 2013

Trabajo Práctico para 4to. año ICAM : ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

Actividades:
1. Lee el siguiente texto extraído de La República de Platón, y responde:
a. ¿Qué es una alegoría? ¿Por qué este texto lo es?
b. ¿Cómo se simbolizan los dos mundos en este relato?
c. ¿Qué significado tienen el sol, el esclavo y su liberación? ¿Por qué?
d. Explica el significado de las frases marcadas ([a] - [f])
"[Sócrates le dice a Glaucón, al hablar de la forma de vivir de los hombres. Compara nuestra naturaleza respecto de su educación o de su falta de educación con una experiencia como ésta [a].
- Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
- Me lo imagino.
- Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos de piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.
- Extraña comparación hacen, y extraños son esos prisioneros.
- Pero son como nosotros [b]. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tiene frente a sí?
- Claro que no, si toda la vida están forzados a no mover la cabeza.
- ¿Y no sucederá lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?
- Indudablemente.
- Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?
- Necesariamente. (...)
- ¿Y los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados? [c]
- Es de toda necesidad.
- Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriera esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a a causa del encandilamento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si  se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligaran a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora? [d]
- Mucho más. (...)
- Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son verdaderos? [e]
(...) En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol. (...) Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito.
- Necesariamente.
Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol? (...) Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentara desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo? [f]"


lunes, 6 de mayo de 2013

Hablando de amor, un clásico. Que lo disfruten.


Actividad:
  1. Lee el poema de Pablo Neruda.
  2. Analiza cuáles son las características del amor expresadas en el poema y relaciónala con  los conceptos expresados por Erich Fromm. Fundamenta tu respuesta.

Poema 20... Puedo escribir los versos más tristes está noche...

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda. extraído de "20 poemas de amor y una canción desesperada"


Reseña biográfica
Poeta chileno nacido en Parral en 1904.
Huérfano de madre desde muy pequeño, su infancia transcurrió en Temuco donde realizó sus primeros estudios.
Aunque su nombre real fue Neftalí Reyes Basoalto, desde 1917 adoptó el seudónimo de Pablo Neruda como su
verdadero nombre. Escritor, diplomático, político, Premio Nobel de LiteraturaPremio Lenin de la Paz y Doctor
Honoris Causa
 de la Universidad de Oxford, es considerado como uno de los grandes poetas del siglo XX.
Militó en el partido comunista chileno apoyando en forma muy decidida a Salvador Allende.
De su obra poética, se destacan títulos como «Crepusculario», «Veinte poemas de amor y una canción desesperada»,
«Residencia en la tierra», «Tercera residencia», «Canto general», «Los versos del capitán», «Odas elementales»,
«Extravagario», «Memorial de Isla Negra» y «Confieso que he vivido».
Falleció en 1973. ©

El ejercicio de la sexualidad y el amor II

El psicólogo Erich Fromm define al amor como  la respuesta al problema de la existencia humana. Para este pensador, toda teoría sobre el amor implica una teoría del ser humano. Hablar de amor significa hablar de la existencia humana, y del sentimiento humano de estar solo en el mundo, en una situación definida, pero con un futuro incierto, indefinido, abierto. Como poseemos una razón, podemos tener conciencia de nosotros mismos, de nuestra existencia y nuestras limitaciones. Así es como llegamos a tener de nosotros como una entidad separada del resto y, especialmente, de los demás seres humanos; pero también tenemos conciencia de que estamos desvalidos frente a las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, y de nuestra soledad y separatidad. Este es el término que utiliza Fromm para designar la separación constitutiva que se da entre las personas y que lo volvería loco si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con los demás seres humanos, con el mundo exterior.
Este estado y la conciencia de él traen angustia. El ser humano se esfuerza, entonces, por superar el estado de separatidad y superar así también la angustia. Y esta superación se va a encontrar en la unión interpersonal plena, en la fusión con otra persona a través del amor. Por eso dice el pensador: sin amor, la humanidad no podría existir un día más.
Pero a veces, entre quienes se aman se establece una relación simbiótica, es decir, una dependencia mutua en la que se pierde la identidad de cada una en  el mismo acto de amar al otro. Contrariamente a esto, una relación de amor adulta debiera preservar la propia identidad, la propia individualidad. Si esto se logra, es posible afirmar, con Fromm, que el amor adulto es un poder activo que nos permite establecer relaciones con las demás personas que trascienden su separatidad, en el mismo acto de ser uno mismo y mantener la identidad propia.
Por eso se dice que en el amor hay una paradoja: ser uno con el ser que se ama, pero mantener también la identidad individual. Esto es porque como dice Fromm, el amor es activo, es decir, consiste en dar; y dar sin dudas no implica dejar de lado el propio deseo, ni sacrificarse, ni privarse de cosas o empobrecerse, sino justamente lo contrario: la experimentación de la propia fuerza, la riqueza de cada uno, la vitalidad y la capacidad de ofrecer a los demás. Además de esta característica fundamental del dar, el amor está caracterizado por el cuidado, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento del otro. Esto caracteriza todas las formas de amor, porque constituye justamente su cualidad activa; se trata, para decirlo en otros términos, de una preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Cuando falta esta preocupación activa, no hay amor.
Erich Fromm habla de diferentes tipos de amor, y no solamente del amor de pareja:

  • Amor fraternal: aunque hace referencia directa al amor entre hermanos, esta denominación se aplica al amor que se siente por todos los seres humanos en general, los pares o los iguales, es decir, cuando no se trata de una relación exclusiva con una sola persona. Se manifiesta en la solidaridad, en las acciones altruistas que realizamos, en la filantropía. Se trata de un tipo de amor que se da entre iguales, y en la medida en que nos damos cuenta de que, como todos, somos seres humanos limitados, y necesitamos ayuda.
  • Amor maternal: se trata de la afirmación incondicional de la vida del niño/a y de sus necesidades, por parte de la madre. Pero, además de la afirmación de la vida del niño a través del cuidado y de la satisfacción de sus necesidades básicas, y de los cuidados que la madre le provee, se trata del sentimiento de amor por la vida misma que la madre va inculcándole al bebé desde que nace. Como resulta claro, la relación que se establece en este tipo de amor no es entre iguales, como en el caso anterior, sino que es de desigualdad. Y conforme el niño crece, la madre - si su amor es auténticamente materno - deseará que se separe de ella, que sea un adulto independiente y autónomo. Ésta es justamente la distinción esencial entre este tipo de amor y el erótico.
  • Amor erótico: a diferencia de los otros dos tipos de amor mencionados hasta ahora, que no están destinados a una persona particular sino a un otro genérico, en este caso existe un anhelo de fusión completa con una sola persona determinada; es exclusivo. Sin embargo, no debe entenderse como un sentimiento egoísta que ve dirigido a alguien excluyendo a los demás, sino como un sentimiento que se dirige a una persona, pero en la que se ama a toda la humanidad. Si bien este amor es exclusivo en el sentido en que un individuo puede fundirse plenamente con una persona, no lo es en el sentido en que es un amor por la vida misma y por todos los aspectos de la vida.
  • Amor a sí mismo: este tipo de amor es pensado por Fromm como una condición  indispensable para el resto de los tipos de amor, porque sólo a partir del respeto por la integridad y la unicidad propia y la comprensión de sí mismo, es posible también tener estos sentimientos por los demás seres humanos. El amor a sí mismo está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro. Por esto es que este autor dice que el amor es conjuntivo, porque sólo amándose y respetándose a sí misma, una persona es capaz de tener sentimientos por los demás.
  • Amor a Dios: es indudable que el sentimiento religioso conlleva un tipo de amor que no puede asimilarse totalmente a ninguno de los otros tipos de amor enunciados. Es por eso que Fromm habla de este quinto tipo de amor, que viene también a superar la separatidad y la angustia existencial, en quienes participan de este sentimiento. Tanto se participe de una religión monoteísta o politeísta, en este amor religioso Dios representa el mejor valor y más deseable, y se llega a él mediante una experiencia - la experiencia de la unidad con lo divino - , y no mediante una comprensión racional de lo que es Dios.