Este estado y la conciencia de él traen angustia. El ser humano se esfuerza, entonces, por superar el estado de separatidad y superar así también la angustia. Y esta superación se va a encontrar en la unión interpersonal plena, en la fusión con otra persona a través del amor. Por eso dice el pensador: sin amor, la humanidad no podría existir un día más.
Pero a veces, entre quienes se aman se establece una relación simbiótica, es decir, una dependencia mutua en la que se pierde la identidad de cada una en el mismo acto de amar al otro. Contrariamente a esto, una relación de amor adulta debiera preservar la propia identidad, la propia individualidad. Si esto se logra, es posible afirmar, con Fromm, que el amor adulto es un poder activo que nos permite establecer relaciones con las demás personas que trascienden su separatidad, en el mismo acto de ser uno mismo y mantener la identidad propia.
Por eso se dice que en el amor hay una paradoja: ser uno con el ser que se ama, pero mantener también la identidad individual. Esto es porque como dice Fromm, el amor es activo, es decir, consiste en dar; y dar sin dudas no implica dejar de lado el propio deseo, ni sacrificarse, ni privarse de cosas o empobrecerse, sino justamente lo contrario: la experimentación de la propia fuerza, la riqueza de cada uno, la vitalidad y la capacidad de ofrecer a los demás. Además de esta característica fundamental del dar, el amor está caracterizado por el cuidado, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento del otro. Esto caracteriza todas las formas de amor, porque constituye justamente su cualidad activa; se trata, para decirlo en otros términos, de una preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Cuando falta esta preocupación activa, no hay amor.
Erich Fromm habla de diferentes tipos de amor, y no solamente del amor de pareja:
- Amor fraternal: aunque hace referencia directa al amor entre hermanos, esta denominación se aplica al amor que se siente por todos los seres humanos en general, los pares o los iguales, es decir, cuando no se trata de una relación exclusiva con una sola persona. Se manifiesta en la solidaridad, en las acciones altruistas que realizamos, en la filantropía. Se trata de un tipo de amor que se da entre iguales, y en la medida en que nos damos cuenta de que, como todos, somos seres humanos limitados, y necesitamos ayuda.
- Amor maternal: se trata de la afirmación incondicional de la vida del niño/a y de sus necesidades, por parte de la madre. Pero, además de la afirmación de la vida del niño a través del cuidado y de la satisfacción de sus necesidades básicas, y de los cuidados que la madre le provee, se trata del sentimiento de amor por la vida misma que la madre va inculcándole al bebé desde que nace. Como resulta claro, la relación que se establece en este tipo de amor no es entre iguales, como en el caso anterior, sino que es de desigualdad. Y conforme el niño crece, la madre - si su amor es auténticamente materno - deseará que se separe de ella, que sea un adulto independiente y autónomo. Ésta es justamente la distinción esencial entre este tipo de amor y el erótico.
- Amor erótico: a diferencia de los otros dos tipos de amor mencionados hasta ahora, que no están destinados a una persona particular sino a un otro genérico, en este caso existe un anhelo de fusión completa con una sola persona determinada; es exclusivo. Sin embargo, no debe entenderse como un sentimiento egoísta que ve dirigido a alguien excluyendo a los demás, sino como un sentimiento que se dirige a una persona, pero en la que se ama a toda la humanidad. Si bien este amor es exclusivo en el sentido en que un individuo puede fundirse plenamente con una persona, no lo es en el sentido en que es un amor por la vida misma y por todos los aspectos de la vida.
- Amor a sí mismo: este tipo de amor es pensado por Fromm como una condición indispensable para el resto de los tipos de amor, porque sólo a partir del respeto por la integridad y la unicidad propia y la comprensión de sí mismo, es posible también tener estos sentimientos por los demás seres humanos. El amor a sí mismo está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro. Por esto es que este autor dice que el amor es conjuntivo, porque sólo amándose y respetándose a sí misma, una persona es capaz de tener sentimientos por los demás.
- Amor a Dios: es indudable que el sentimiento religioso conlleva un tipo de amor que no puede asimilarse totalmente a ninguno de los otros tipos de amor enunciados. Es por eso que Fromm habla de este quinto tipo de amor, que viene también a superar la separatidad y la angustia existencial, en quienes participan de este sentimiento. Tanto se participe de una religión monoteísta o politeísta, en este amor religioso Dios representa el mejor valor y más deseable, y se llega a él mediante una experiencia - la experiencia de la unidad con lo divino - , y no mediante una comprensión racional de lo que es Dios.
Tiene razón! Mucha razón, coincido con su afirmación de que el amor debemos entenderlo como la respuesta al problema de la existencia humana, también con: que hay que quererse uno para amar a una persona, y también coincido en que Uno no debe resignar su persona por darlo todo, sino darlo todo de si mismo a la otra persona, parace igual pero no lo es.
ResponderEliminarMañana tomamos éste tema, nos vemos
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