El día más feliz
El más alegre día, la hora más serena
mi corazón ajado y herido conoció;
mas ahora comprendo con infinita pena
que mi poder y orgullo ya se desvaneció.
Hace ya mucho tiempo que aquella mi grandeza
huyó entre los soñares de hermosa juventud.
Aquel insano orgullo que albergó mi cabeza
otras frentes ocupe; necesito quietud.
El más hermoso día que mis pupilas vieron
la hora más alegre que mi alma contempló;
del poder y el orgullo mis ojos sorprendieron
la más feliz mirada... más todo se esfumó.
Si alguno me ofreciera esa dulce esperanza
de orgullo y poderío junto a mi gran dolor,
seguro rechazara tan singular bonanza...
revivir ya no quiero la hora de esplendor.
Pues la brumosa mezcla que en sus alas llevaba
al volar, una esencia sublime desprendía;
y cuando su aleteo suave me rozaba,
mi alma tan ardiente toda se consumía.
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